El Hip Hop dominicano es un movimiento real que ha demostrado su capacidad de gravitar en nuestra escena artística sin dejarse amedrentar por la constante y corrosiva crítica social y mediática. Se sostiene en millones de seguidores que le dan un respaldo irrestricto, aun en casos en que el sentido común manda ser cautos. «Ya no hay para dónde correr», diría en momentos de agobio una de mis hermanas. Ellos, como el dinosaurio del cuento, siguen ahí a pesar de toda la persecución de que han sido víctimas. Ellos siguen ahí contando en tiempo de rap, de trap, de dembow, sus realidades, sus decepciones y sus satisfacciones en un lenguaje no siempre complaciente con el sistema. Y esta es una de las aristas más sensibles para afianzar el rechazo. «La lengua es nuestra forma de modificar el mundo a fin de ser personas, y nunca cosas, sujetos y no solo objetos del mundo.
La lengua nos permite ocupar un lugar en la comunidad y transmitir los resultados de nuestra experiencia», expresó Carlos Fuentes al recibir el Premio Cervantes. Esta aseveración de Fuentes nos parece apropiada para tal vez explicar o entender el contenido de las canciones de los protagonistas de lo que hemos denominado música urbana. «Nice to meet you / yo soy el Lápiz, dominicano / no grabo con guaremates ni gusanos / no brego con chotas / a falsos le meto mano». Estos versos son del que tiene la voz cantante en el rap dominicano. El Lápiz Conciente o «Lápiz Mundial», quien también se hace llamar «El Papá del Movimiento», figura, en su fe de bautismo, como Avelino Junior Figueroa Rodríguez (2411983), hijo del sargento Avelino Figueroa y de Bienvenida, esta última fallecida a destiempo. Por esta razón, El Lápiz Consciente fue creado por su abuela Paulina Rodríguez, alías Palín, quien hoy es una lúcida celebridad de 95 años, gracias a las expresiones de amor y agradecimiento y los cientos de fotos que sube de ella a las redes. Nació en Los Minas –en La Maternidad, por supuesto–, un espacio que ha visibilizado en sus canciones.
Según el sociólogo Miguel D. Mena, hasta la llegada de El Lápiz a la música, «Los Mina era un no lugar, un salto al vacío». «Nacido para ser un líder / nunca un seguidor / sigo cumpliendo mi labor / de no ser un simple / ciudadano». Derrick Ashon, creador de la Copa del Hip Hop, sostiene que «el hip hop en su forma más pura trata de empoderar a la gente a hablar por ellos mismos, en vez de ser definidos por los demás». Y eso lo sabe muy bien El Lápiz Conciente, quien es valorado por muchos –como es el caso de Miguel D. Mena, el estudioso más enjundioso de nuestra ciudad y su poética y que ha dedicado su tiempo a dioses mayores como René del Risco o Luis Días– y maltratado por muchos otros. Es bueno ver cómo él mismo se define en sus canciones: «Niño pobre de barrio / con deseo de echá pa ́lante / 6’ 2” de estatura / flaco pero elegante / tumbao de maleante / pero inteligente, / Avelino Figueroa / Lápiz Conciente / de Los Mina residente / sin ficha ni expediente / uno más entre la gente / sin usar estupefaciente / criado por su abuela / con mucho inconveniente / otro más en el continente / no tuve título / me gradúan mi do testículo / y envié pila e currículo / lo que tengo el sacrificio / no gané la lotería / mi padre 25 años en la policía / mi abuela 35 en la enfermería / me puse a cantar rap / y no sabía lo que venía». Si hay alguien en el país que no busca ni necesita que lo defiendan, es el ídolo de Los Mina, quien no solo sabe defenderse, sino que también es un experto devolviendo agravios y un caballero cuando recibe flores. «Porque yo no tiro puya / y no hago bulla / poniendo el queso / pa que otro rulla / yo le respeto la mamá suya / cuál es su aleluya / cabrón, la maldita suya».
El Lápiz ha sido protagonista de grandes antagonismos, el más duradero fue con Vakeró y con Arcángel, lo que provocó el nacimiento de una fanaticada forjada, en cada caso, en favor del suyo y detrimento de los otros. Sin embargo, él dice que eso no es personal y que forma parte del propio sistema del negocio de la música urbana. Además de la tiradera, ha colaborado con muchos otros dentro y fuera del género. Una de las más celebradas fue su grabación con la cantante mexicana Belinda y el DJ español Juan Magán, entre muchas otras con artistas nacionales e internacionales. Una de las más hermosas la logró con Shadow Blow y la mejor de todas es «Fuerza de mujer», grabada junto a Vicente García, cuyo testimonio –que puedes encontrar en Youtube– confirma el talento, la sensibilidad y la preparación de El Lápiz, pues García afirma que fue impresionante ver como nuestro rapero escribió esa canción en tan solo 10 minutos. Aquí algunas estrofas de quien, en esta oportunidad, nos da el chance de ver su capacidad para hacer canciones de contenido más allá del universo callejero: «A través del tiempo tu esencia es la evidencia, / es notable tu presencia nadie duda tu existencia, / no hay religión o ciencia que se atreva, / desde los tiempos de Atenas, / desde los tiempos de Eva / tú llevas el nombre, la luz al hombre, / que nadie se asombre / si por ti han caído imperios, / malditos son aquellos / que no te toman en serio, / benditos son aquellos / que respetan tus misterios, / desde tiempos mitológicos, / tú guías el zoológico, / basándote en la lógica / para combatir lo ilógico, / estuviste al lado de Adán / también de Sansón, / al lado de Leónidas / y del rey Salomón / Homero te culpó / de múltiples batallas con espada, / por ser amada en la Odisea y la Ilíada. / porque siempre estás aliada / a tu criterio y tu razón / son muchos los que sucumbieron / detrás de tu corazón. El mundo gira sobre tu esperanza, / la vida se cultiva con tu amor, / con tus caricias el sol se levanta, / y en el suelo se cosecha por tu amor. / Oh oh fuerza de mujer, oh oh fuerza de mujer».
No se puede juzgar el corazón de un hombre sin evaluar lo que escribe. Lápiz escribe con conocimiento sobre su realidad, pero es tal vez el único que puede filosofar y teorizar sobre aspectos de la cultura formal como lo hizo en una entrevista en vivo por las redes sociales de Diario Libre cuando le dijo a Alfonso Quiñones que se definía como «el cuarto maestro de la sospecha». Lo que llevó al periodista cubano a aclarar a los lectores que El Lápiz se refería a la Escuela de la Sospecha en la que tres grandes pensadores (Sigmund Freud, Friedrich Nietzsche y Karl Marx) pusieron en cuestionamiento la conciencia. Esta reflexión que le salió tan natural llevó al periodista a escribir que el rapero «tiene 35 años y una cultura que deberían envidiar la mayoría de los artistas urbanos dominicanos». A continuación, presento una conversación que mantuve con El Lápiz. Charlar con él permite convencerse no sólo de que tiene las ideas bien claras y pulidas, sino también de que se hacen acompañar de un corazón sensible.
¿Qué has tenido que pasar para llegar a este momento?
Bueno, mira, he tenido que trabajar bastante fuerte. Realmente tú sabes que en República Dominicana es un poco difícil escalar, pero uno con fe y depositando la confianza en Dios y en que uno va a salir adelante, supera cada uno de los obstáculos que la vida le presenta.
Yo me pongo a pensar en El Lápiz en Los Mina, en esa situación tan difícil, social, política, económica, ¿cómo recuerdas esos primeros años?
Mira, yo vengo de un hogar de padres separados y mi abuela fue quien se encargó de mí desde que yo era pequeñito. Mi madre se separó de mi padre cuando yo era pequeño, me tuvo a mí y luego tuvo a mis hermanas con otro hombre, pero continuó viviendo con mi abuela, es decir, yo vivía con las dos hasta que mi madre falleció cuando yo tenía 21 años.
¿Cómo era la relación con la familia de tu padre?
Yo me llevo bien con ellos, pero no tuve una relación de convivencia, sino más bien una relación normal en la que mi padre me reconoció y me dio su apellido. Pero lo que siempre ha incidido en mi vida ha sido la presencia de mi abuela Palin.
¿Qué fue lo que ella hizo, lo que te dio? Palín es una mujer de muchos valores, una mujer que viene del pueblo y que tuvo que pasar mucho trabajo en la capital para poder salir adelante. Ella vino de un batey llamado Gautier, de San Pedro de Macorís. Palín llegó aquí como trabajadora doméstica, luego hizo un curso de enfermería y duró 30 años trabajando como enfermera. Justo en el año que yo nací, a ella la pensionaron (1983). Tenía 5 meses cuando ella pidió su pensión para dedicarse en cuerpo y alma a mi crianza y a la de dos primas mías que eran contemporáneas a mi época.
¿Y Palín no se asustó cuando tú decidiste que ibas a ser artista urbano?
No, porque eso no era una decisión que se compartía familiarmente. En los barrios la comunicación no era algo tan fundamental entre los padres y los hijos, eso más bien se da en la clase media. En la clase baja la comunicación es un mito. Lo que sí hay es una educación en valores que siempre se sustenta en la autoridad, y en «golpes», como dicen en el argot popular.
¿Cómo o quién te inicia en el arte? A mí lo artístico me nace por Vico C, cuando yo en el 1993, con apenas 10 años, compré un cassette que se titulaba Explosión. Ahí fue mi encuentro con el rap. Las primeras manifestaciones de música las hice en el año 1996, cuando tenía 13 años de edad, que conocí un grupo que se llamaba Los Guerreros, en inglés, The Warriors. Cuando tú dices que fue Vico C y que fue esa producción, me gustaría saber qué encontrabas ahí que se parecía a ti. Me gustó. Siempre he sido –independientemente de que tuve una formación académica aceptable–, yo siempre he sido autodidacta y Vico C mandaba mucho a uno al diccionario, y los términos que utilizaba en sus canciones eran prácticamente desconocidos para un joven de mi edad, pero que siempre tenía esa necesidad de aprender más y sobresalir delante de los demás compañeros y utilizar términos que ellos desconocían, que yo los aprendía a través de la música. Eso fue lo que me hizo profundizar más en la música.
¿O sea, que el diccionario en algún momento fue tu compañero diario?
Sí, yo tenía un pequeño Larousse, el que tenía un arcoíris dibujado adelante… ¿Cómo lo conseguiste? ¿Quién te lo compró? Oh, ese diccionario era parte del listado de útiles de la profesora de Lengua Española de octavo de primaria. Entonces, uno navegaba entre lo escolar y lo callejero, porque yo me crié en un barrio marginado en el que ahora formo parte del desarrollo de la comunidad, pero en los tiempos en que yo crecía no había ni siquiera fuentes de empleo. Por ejemplo, hay jóvenes en mi barrio que trabajan en cualquiera de los negocios que tengo allá en la Zona Oriental y en aquellos tiempos no existía nada de eso. La gente del barrio no creía en su gente. Eso era una problemática que afectaba mucho a los residentes del barrio, su gente tampoco creía en su propio espacio, sino más bien en lugares de otros sectores. Y esto es lo que uno ha tratado de cambiar, de que la gente entienda que no tiene nada que ver la calidad humana con la procedencia.
Me quiero imaginar ese entorno tuyo, ¿con quiénes empezaste a hablar de esto?
Sí, allá había muchos exponentes en el barrio. Entre los que se mantienen vigentes estamos «El Sujeto Oro 24» y un servidor, pero había un sinnúmero de jóvenes que hacían esto.
¿Quién te puso «El Lápiz»?
Oh, lo de El Lápiz me lo puso mi abuela. Ella no tenía una ortografía adecuada y ella escribía habichuela sin H, aceite con S y yo le decía: abuela eso no se escribe así, y me respondía: «sí, tú sabes más que el lápiz». Recuerdo que habían salido las gorras de mallita y yo tenía una de Veterinaria Santanita que era de mi abuelo porque yo no tenía recursos para comprar una de las que se estaban usando. Entonces como la gorra era negra, yo con un crayón le borré el nombre y la llevé donde un artista aerógrafo y me dibujó un lápiz con un micrófono en la mano y ahí empezó la historia de «Lápiz Conciente». ¿Cuáles fueron las primeras preocupaciones de El Lápiz relacionadas con su barrio, su espacio, en términos de discurso? Sí, mira, en cierto punto, la preocupación y los problemas del barrio se dan luego de una o dos controversias que surgieron en torno a mi persona, cuando estaba madurando. En el preciso momento que tengo mi primer hijo, es que me doy cuenta de la responsabilidad social que yo tenía con el micrófono y lo que yo representaba dentro de mi comunidad. Eso fue en el 2009/2010, entonces inicié lo que hoy en día es un emporio allá en Los Mina. Y todo comenzó con la creación de una tienda y una peluquería y continuó con la creación de una fundación. Luego creé varias fuentes de empleo llegando a tener en un momento más de 67 personas trabajando y llevando el sustento a sus hogares a través de las fuentes de empleo que yo facilitaba allá en mi comunidad, luego creé la primera compañía de música de un artista urbano reconocido. Ya había varias compañías de música como Cooperativa Empresarial Lo Correcto y otra de Campamento. La mía se llama Lápiz Music IMT, en la cual reclutó siete artistas que estaban bajo el seudónimo de El Army, que antes había reclutado más artistas bajo el seudónimo El Batallón, pero no tenían la experiencia ni estaban agrupados bajo un sello disquero. El Batallón forma parte de mis colegas que traje al ruedo. Su auge inició cuando sacaron el grupo y fueron ganadores de múltiples Premios Casandra y fueron los primeros en ser nominados a los Premios Juventud en los Estados Unidos. Al año siguiente nominan al Lápiz, porque los organizadores de los premios pensaban que El Lápiz formaba parte del Batallón. A raíz de esto es que yo me motivó a formar mi compañía para tener todo debidamente legalizado y que no fuera solo de palabra.
¿Cuándo te diste cuenta de que tenías visión para hacer negocios?
En verdad eso siempre ha formado parte de mí, yo siempre he sido un visionario, pienso que la música no es eterna. A sabiendas también de que en esto no dan pensión. Yo sé que debo de trabajar en otro rol porque la música no es para siempre y los artistas que tienen visión pueden desarrollarse en diferentes campos. Yo he tenido ya vasta experiencia con negocios de bebida. No me fue muy bien en el área de negocios de repuestos, de tener ese tipo de negocios para en un futuro ya con la experiencia que tengo ponerlo en marcha, pero con el debido cuidado y poniéndole la atención que amerita.
Cuando pensamos en el barrio siempre hay una cierta impotencia. Me dijo Secreto una vez que la música urbana había salvado muchas vidas, que había sacado a muchos de la cárcel, de la delincuencia, de las drogas. En el caso tuyo por ejemplo, que te desarrollaste en Los Mina, me imagino que estuviste tentado en un ambiente que era proclive para que tú te perdieras, ¿cómo se salvó El Lápiz de todo eso?
Bueno, mira, yo soy de los que pienso que el que no sabe para dónde va ya llegó donde iba. Uno se caracteriza por lo que uno lleva en el corazón, las características de un hombre que se pueden percibir son todas las que lleva en el corazón. Si tú eres malo te vas a inclinar por un camino incorrecto, si eres bueno te vas por el correcto, porque eso no tiene que ver nada con el lugar donde tú naces, todo va a radicar en los valores que tú tengas y como sea tu corazón. Yo siempre tuve tentaciones, pero el tener tentaciones no es culpa mía, es mi culpa si caigo en ellas. Entiendo que el barrio no daña a nadie ni las personas con las que te juntas te dañan; yo me junté en el barrio con todo el mundo y no caí en ninguna de las malas costumbres que ellos tenían, porque yo sabía cuál era mi norte y siempre he sabido lo que yo quiero.
¿Palín jugó un papel ahí para mantenerte entretenido?
Claro. Palín representaba en mí una figura de fuerza, que me imponía a qué hora yo llegaba y qué hacía y no hacía. Pero el afecto y el respeto que yo siento por ella, de no hacerla pasar ningún tipo de vergüenza, fue lo que me mantuvo a mí lejos de caer en cosas malignas. La presencia de Palín influyó mucho en mí.
¿Has perdido muchos amigos o compañeros de estudio en ese proceso de autodestrucción por vicios o delitos del barrio?
No. Si tú supieras que los amigos míos de la escuela y de la infancia pertenecemos a una generación de los 80 y éramos pro superación personal. Mis tres amigos de infancia son profesionales, cada uno en sus distintas áreas, y son jóvenes que al igual que yo tuvieron tentaciones, pero no cayeron en esa trampa. Una de las críticas que más se hace a lo que pasa en el barrio es la cantidad de familias rotas, hijos que se crían sin padres, que no tienen norte ni dirección. Entonces en tu caso no tener la presencia de un padre ahí, ¿no fue determinante? No, porque como te digo, la moral es más fuerte que la fuerza o lo que se impone. Si tú tienes una figura que tú respetas, que tú sabes que no vas a fallar no porque te impongan o te digan que no falles sino porque tú no lo quieres defraudar, ya eso es más que suficiente. En mi caso era mi abuela, ella era una persona que al momento de pasar por mi cabeza cualquier acto delictivo lo primero que pasaba por mi mente era Palín. Entonces yo mejor me cohibía. Económicamente, emocionalmente, tú vives todavía en Los Mina. ¿Por qué sigues tan vinculado al barrio? No vivo allá, pero lo único que no hago allá es dormir. Yo desde la mañana hasta la noche que cierra mi bar, siempre estoy en Los Mina. Mantengo ese vínculo porque no hago música por sensacionalismo. No creo en ninguno de los tabúes que acarrea todo lo que es la industria, Yo soy un artista de otra índole. Yo no creo que la fama mía se deba a que no me vean, al cotice o a las prendas que yo tenga. Yo aprendí eso sobre la marcha, porque cuando uno no tiene nada uno es ostentoso, cuando uno lo logra ya que tiene el éxito, los ingresos monetarios llegan, entonces uno toma otra actitud ante la vida Manejar tanto dinero y de forma tan rápida, habrá dañado el discurso porque la mayoría de las canciones ahora son de «Yo tengo tanto» «Yo soy esto o aquello», ¿por qué? Lo que pasa es que eso radica en la idiosincrasia del dominicano, es producto de la pobreza. Todo el mundo allá afuera tiene un deseo de superación y de lo que la mayoría de las personas se sienten orgullosas es de su poder adquisitivo y no por su coeficiente intelectual. ¿Nunca te imaginas con un maletín y una corbata y yendo a una oficina? Yo estudié contabilidad, pero yo no me imagino de una u otra forma. La vestimenta no es lo que determina la moral de la persona. Yo no soy de los que visualizo, yo trabajo y dejo que el universo conspire.
La vida te presenta tus más grandes temores, por eso se debe tener mucho cuidado con lo que pides, anhelas y sueñas porque todo a lo que tú le dedicas mucha energía mental es lo que te pasa, todo se rige por leyes de atracción. ¿Y Dios? Dios entra como la energía que rige el mundo con su regla, depende del punto de vista en que veamos a ese dios porque la palabra Dios abarca demasiados aspectos. Yo creo en Dios, pero como energía, no como religión. Estás en tu sexto disco, me gustaría saber cómo fue ese proceso del primer disco de El Lápiz. El primer disco es una declaración, por eso lleva por título Mundial. Con él declaró que voy a ser mundial porque creo mucho en las leyes de atracción. Mundial se coloca y luego hago Army, mi segundo álbum de estudio del cual se desprendió «Amor por accidente», el cual me catapultó a los Premios Juventud, de donde nace la colaboración con Juan Magán y Belinda. Luego hago Letras, que fue un álbum para los fanáticos amantes del rap tratando de recuperar esa cultura. Posteriormente, me embarco en el álbum Romántico, el cual debutó como número dos en los charts de Billboard y número uno en República Dominicana.
La primera vez que oí a hablar de ti fue a una persona de suma importancia para mí: Yaqui Núñez, y lo hacía con mucho entusiasmo. Me acuerdo de que inclusive él llegó a ir a Los Mina para reunirte con Miguel Vargas. Ellos fueron a Los Mina y me invitaron a hacer una canción para Miguel Vargas. Creo que al estudio de Alex Mansilla. Fuimos e hicimos la canción, pero la canción nunca salió porque todavía no teníamos ese aval, al parecer luego decidieron no usarla. Del movimiento urbano, ¿cuál es tu evaluación de lo que ha pasado y cómo está en este momento? El género ha crecido bastante y seguirá creciendo. La gran problemática de los compañeros urbanos es su falta de educación y formación, porque para nadie es un secreto que el 80% de los artistas urbanos son analfabetos, entonces ese es el talón de Aquiles del movimiento, porque el talento se adquiere en el barrio, pero la formación en la escuela y no fue la adecuada para cada uno de los jóvenes que venimos de los barrios marginados. Entonces cada acto, cada entrevista, cada publicación en redes, pone de manifiesto la deficiencia que tienen en su mayoría los exponentes urbanos. Aunque una parte de la sociedad se ha abierto al movimiento urbano, ¿por qué otros muchos siguen viviendo de espaldas a él? Todo el mundo se resiste a los cambios generacionales, pero la sociedad está sujeta a cambios. En todo hogar, la familia como primera unidad social, existe alguien que es adepto a esta revolución y la forma en que se comporta el tiempo es favorable para todo lo que se esté desarrollando. Dijiste una cosa ahorita que me llama la atención y me gustaría retomarla, y es que el movimiento de la música urbana dominicana es demasiado joven para lo mucho que ha logrado.
El análisis que yo vengo haciendo es que la jurídica es la profesión más prestigiosa que tiene la República Dominicana. Un juez gana 51,000 o 55,000 pesos al mes y un artista de dembow de un barrio pega una canción y aspira a cobrar 20,000 pesos por presentación. Si este hace alrededor de 20 presentaciones estaría recibiendo alrededor de 400,000 pesos, estaría recibiendo el sueldo de un juez ocho veces. Eso, aunado a que vivimos en una sociedad donde se valora más lo monetario, permite que personas que no tienen ninguna formación puedan tener ingresos monetarios por encima de lo que el sistema está fomentando. Te hemos visto usar indistintamente un lenguaje crudo, un lenguaje culto o coloquial en tus canciones, ¿alguna intención? Ninguna intención.
Mi última canción, Fuerza de mujer, refleja lo contrario, ha habido una mejoría absoluta en mis composiciones. ¿Por qué crees que molesta tanto el lenguaje a la sociedad? Porque a todos les gusta la sinceridad hasta que conocen a alguien que la práctica. En algunos versos haces referencia a autores… ¿A cuáles escritores lees desde la escuela y cuáles te han impresionado después? Entre mis favoritos están Gabriel García Márquez, Rhonda Byrne, Mario Vargas Llosa, William Shakespeare, Edgar Allan Poe… ¿De dónde surgen tus versos? Mis versos como fuente de inspiración tienen las ventanas en lugar de los espejos. Me considero un portavoz de la juventud, un alivio para aquellos que se sienten marginados; soy la voz de los que no tienen voz. ¿Se considera el Lápiz Conciente poeta? No, ya lo dije: más bien me siento como el cuarto maestro de la sospecha (je,je,je).
8 comments
Can you be more specific about the content of your article? After reading it, I still have some doubts. Hope you can help me.
… [Trackback]
[…] Information on that Topic: revistaglobal.org/el-lapiz-mis-versos-como-fuente-de-inspiracion-tienen-las-ventanas-en-lugar-de-los-espejos/ […]
I have read a few excellent stuff here. Certainly price bookmarking for revisiting. I surprise how a lot attempt you set to make the sort of great informative website.
… [Trackback]
[…] Info to that Topic: revistaglobal.org/el-lapiz-mis-versos-como-fuente-de-inspiracion-tienen-las-ventanas-en-lugar-de-los-espejos/ […]
… [Trackback]
[…] Find More Info here to that Topic: revistaglobal.org/el-lapiz-mis-versos-como-fuente-de-inspiracion-tienen-las-ventanas-en-lugar-de-los-espejos/ […]
… [Trackback]
[…] Find More to that Topic: revistaglobal.org/el-lapiz-mis-versos-como-fuente-de-inspiracion-tienen-las-ventanas-en-lugar-de-los-espejos/ […]
… [Trackback]
[…] Info to that Topic: revistaglobal.org/el-lapiz-mis-versos-como-fuente-de-inspiracion-tienen-las-ventanas-en-lugar-de-los-espejos/ […]
… [Trackback]
[…] There you can find 1964 more Information to that Topic: revistaglobal.org/el-lapiz-mis-versos-como-fuente-de-inspiracion-tienen-las-ventanas-en-lugar-de-los-espejos/ […]