GLOBAL N° 102 / Abril - Junio, 2024
¡A votar llaman!
El 2024, ya en su media jornada, es el año en que mayor cantidad de naciones y de personas han sido llamadas a ejercer el voto para seleccionar a sus autoridades municipales, parlamentarias y presidenciales.
De Europa a América Latina, de África a Asia, de Inglaterra a Panamá, desde la inmensa India hasta la pequeña Movutu, en Oceanía, más de 4,000 millones de hombres y mujeres deberán sufragar para escoger a los que regirán, en los años sucesivos, los gobiernos de sus comunidades, a sus representantes legislativos y a los que rigen la cosa pública en cada nación desde la más alta categoría ejecutiva: presidentes y primeros ministros.
Estas votaciones mundiales constituyen un récord, aunque el pasado 2023 fue también un año eleccionario en muchas partes del mundo. El 2024 ha roto las estadísticas de votaciones de toda la historia universal. Dos años al hilo ejerciendo el sufragio general o parcial es, sin duda alguna, un momento extraordinario en la historia de la humanidad. Toda esta acción ciudadana se desarrolla en medio de conflictos globales de gran calado: el ruso-ucraniano, el palestino-israelí, la insurgencia en el Magreb, las guerras en Sudán, en Etiopía, en Somalia, y la crisis de Haití, entre otras en proceso.
Don Ángel María Liz, el presidente histórico de la Junta Central Electoral dominicana, enseñó a la ciudadanía que votar era un derecho y un deber. Constitucionalmente, el ejercicio del voto es un derecho que los mayores de 18 años poseen para seleccionar a quienes desean que dirijan sus destinos. Y es un deber porque, aunque tengan ese derecho, lo tienen también para no ejercerlo.
De todos los votantes en el mundo, muchos no se decidirán a ejercer el voto. Otros, probablemente la mayoría, convierten el voto en una fiesta democrática que no rehúyen. Empero, en otros tantos de los países que jugarán esta carta eleccionaria, el derecho se convierte en obligación fiscalizada por las autoridades y en deber falsario que se ejerce como medida de sobrevivencia. Habrá elecciones democráticas abiertas y libres, aunque tal vez en algunos casos manipuladas, y habrá otras elecciones que obedecerán designios no democráticos en países tutelados por autocracias.
Global ofrece a sus lectores una panorámica de este gran proceso mundial, con el análisis de firmas de autoridades en la materia de Argentina, Uruguay, Francia y España. Miradas profundas que nos invitan a conocer la realidad política del mundo electoral en medio de convulsiones y malos presagios.