El Caribe y Santo Domingo

El Caribe es tan diverso y múltiple como su historia, como sus ritmos nacionales, como sus lenguajes, como sus letras, como su mar. La del Caribe es una historia que va y viene, que se interna, sinuosa, entre bosques y humedales, o centellea entre su sol brillante y sus caminos de ensueño.

Ver el Caribe es mirar rostros de variada estirpe, de etnias distintas y de comunicación tan fluida y apabullante como si fuese un ruido marino de sirenas. O tal vez, observar sus huellas sobre la historia latinoamericana es sombrear sus sueños y esperanzas a la ladera de sus palmas enhiestas o de sus sauces llorones.

El Caribe es uno y no es ninguno. Cada uno de sus pueblos desde la lontananza de sus barbaries y de sus conquistas. Y también, desde los vientos huracanados que ponen a prueba su fortaleza y más allá de los giros de presentes anfibios que lo mismo truenan y seducen que forjan epitafios y discursos deleitosos.

Mar y playa. No es el Caribe solo eso. La propaganda turística parece enseñar que sí, que solo eso. Y no. Es mucho más. Cada historia nacional, isleña o continental, Caribe a secas o Gran Caribe, plasma una realidad de batallas incesantes por su porvenir y de proclamas avasallantes sobre su futuro. El Caribe es una madeja guerrera que nunca cesa.

Y dentro del Caribe, una ciudad, la de Santo Domingo, Primada de América, dueña de numerosas primacías, con una historia plagada de leyendas, de crónicas, de poemas. Una historia casi infinita en apenas poco m.s de cinco siglos.

GLOBAL desea mostrar no solo el sol y su luminosidad, no solo el ritmo ardiente, risueño, jacarandoso, de una ciudad espléndida que todo el mundo termina amando cuando la conoce y la disfruta. Deseamos esta vez conocerla desde su movimiento urbano, difícil, próspero, vibrante. Para los especialistas, sin embargo, es un espacio donde se rehúye la planificación y creen que debe ser reconsiderada, reanimada, desde una visión menos salvaje, que asegure una mejor estancia para todos los que vivimos y sufrimos en ella y los que nos visiten desde cualquier latitud o quebrada.

A ambos temas dedica GLOBAL su edición número 105. Aseguramos un viaje brillante, pero crítico y con turbulencias, casi como si estuviésemos colocando al Caribe y a Santo Domingo en el ojo de un huracán. Manténgase bien amarrados a sus asientos y buen viaje.