Considerado por algunos como el Kafka o el James Joyce de la literatura moderna china, Wang Xiaobo fue un autor que logró notoriedad fuera de los círculos literarios establecidos en la China continental de su tiempo. Sus novelas y relatos, así como sus ensayos, destacaron enseguida una vez publicados, propiciando la aparición de un vigoroso grupo de seguidores en Taiwán y Hong Kong; sin embargo, sus obras no están exentas de controversia, pues Wang Xiaobo, sin preocuparse de las opiniones que pudieran suscitar sus escritos, cargó algunas de sus historias con temas censurados —que aún hoy continuarían siéndolo— tales como la sexualidad en todas sus variantes, incluyendo la homosexualidad, y la desobediencia al sistema.
Los críticos de Wang Xiaobo, junto con aquellos menos informados, quizá presten excesiva atención al componente transgresor de dicho autor; no obstante, este, realiza un profundo ejercicio de reflexión sobre la relación del individuo en sociedad. Wang Xiaobo es un escritor de culto, en especial por su monólogo desenfadado a la vez que sincero; su discurso se halla sazonado con toques de humor negro, lo cual atempera bastante las situaciones descritas en sus relatos. Hoy en día su obra es conocida en círculos estudiantiles universitarios y no pocos artistas lo citan como una de sus principales influencias.
Vida y obra
Este autor es en verdad singular al menos en dos aspectos: primero, deberíamos considerar la influencia del entorno cultural en diferentes períodos de su vida, y, en segundo lugar, conviene tener presente el distinto ritmo empleado a la hora de escribir y a la hora de publicar. Desde su infancia Xiaobo tuvo acceso a libros que no estaban al alcance de la mayoría de sus compatriotas. Dado que su padre era profesor de lógica y un destacado intelectual, la biblioteca familiar contaba con una variada colección de libros, de los cuales muchos eran traducciones de clásicos de Occidente; se pueden citar, a guisa de ejemplo, obras de Ovidio, Bocaccio, Shakespeare, Mark Twain… (Zhang H. y Sommer, J., 2007). Es importante destacar, asimismo, que su padre, Wang Fangming, fue expulsado del Partido Comunista el mismo año (1952) que nacía su hoy famoso hijo. El motivo de esa expulsión fue el haber sido calificado como «elemento de clase diferente»;1 Wang Xiaoping (2012) describe cómo la madre de Wang Xiaobo, también profesora, recordaría con frecuencia aquella injusticia hecha a toda la familia. Wang Xiaobo vivió su infancia durante el «Gran Paso Adelante», como cualquier otro muchacho de su generación. En esos años la población pasó por grandes dificultades; penalidades estas que quedarían grabadas profundamente en la psique colectiva de la sociedad china. Luego de tan brutal episodio, los problemas no finalizaron, puesto que esa generación entró en la adolescencia en tiempos de la «Revolución Cultural», un período que duró unos diez años durante los cuales se cerraron los centros educativos y el país se zambulló de nuevo en una situación caracterizada por la exaltación nacionalista, en medio de persecuciones y denuncias diarias a personas señaladas de repente como enemigos del pueblo.
Aquellos adolescentes fueron denominados «jóvenes instruidos», y tras dejar de ser útiles para los objetivos políticos de Mao, fueron destinados a equipos de trabajo en zonas rurales, supuestamente para aprender de los humildes campesinos, aunque en la práctica fuera un exilio en toda regla. Una vez acaecida la muerte del líder chino, estos jóvenes tuvieron la oportunidad de regresar a sus respectivos hogares. Como vemos, esta generación de jóvenes instruidos tuvo una experiencia vital más bien peculiar, ya que vivió de forma muy distinta a la de otras generaciones. Cuando finalizó la Revolución Cultural en el año 1976, algunos de estos jóvenes se lanzaron enseguida a escribir narraciones o relatos sobre ese período de la historia de China. La producción literaria de los jóvenes instruidos es también conocida como «literatura de cicatrices». Botton Beja (2007) refiere que este género se caracteriza por un estilo de escritura directo, crudo y sin sutilezas, más preocupado por dar a conocer los horrores y testimonios de aquellas experiencias que por la belleza literaria. Por regla general, el autor que haya sido adolescente en tiempos de la Revolución Cultural será incluido en esta generación literaria. Wenxuan, C., y Meng, W. (2003) afirman que, tras unos años de obras crudas, la tendencia literaria que se abrió paso en los años ochenta y noventa fue la llamada «literatura de reflexión», de mayor calidad y profundidad ideológica. Wang Xiaobo, dada su fecha de nacimiento y sus experiencias como joven instruido en el sur de China, reúne todos los requisitos para ser estudiado como autor de la denominada «literatura de cicatrices»; sin embargo, una vez finalizada la Revolución Cultural, ni se adentra en los círculos literarios junto a otros autores coetáneos, ni se dedicó a publicar escritos aprovechando la popularidad que tenía este género, sino que, como él mismo manifestó muchas veces, «permaneció en silencio hasta poco más o menos los cuarenta años de edad» (Wang Xiaobo, 2009, p. 13).
En este punto importa destacar el hecho de que este autor ni ha sido reconocido de forma oficial como escritor, ni es estudiado por los alumnos chinos en las escuelas. Asimismo, conviene no olvidar que Wang Xiaobo no publicó en sincronía con las circunstancias, cosa que sí hicieron el resto de los antiguos jóvenes instruidos. Cierto es que en 1982, después de terminar sus estudios en la Universidad del Pueblo, publicó en la revista El Patito Feo un corto relato titulado «Por siempre jamás»,que es considerado su ópera prima. Sin embargo, él había estado escribiendo durante años para sí; continuaba, en efecto, leyendo, estudiando y madurando como persona y como autor. Es más, tras un par de años de trabajo como profesor, terminó por marcharse a los Estados Unidos para hacer un máster en la Universidad de Pittsburgh. En 1986, acabados sus estudios, se dedicó a recorrer dicho país con su mujer, e incluso a hacer un viaje por Europa Occidental. Su etapa en el extranjero fue crucial para su formación y maduración como autor en ese tiempo. Siguió leyendo obras occidentales al tiempo que repasaba y repasaba los relatos que había comenzado años atrás. No regresaría a Beijing hasta el año 1988, y permaneció sin publicar hasta septiembre del año siguiente, cuando dio a la imprenta una recopilación de cinco cuentos, Tangren michoacan gushi4 (Cuentos inéditos de la dinastía Tang), que había escrito en América. Vemos, pues, que en realidad no publicó hasta la década de los noventa. En aquel momento, Xiaobo obtuvo reconocimiento en Taiwán, donde no había tanta censura, y obtuvo el primer premio en un certamen literario. Todavía en 1991 seguía fuera de los círculos literarios de su propio país. No fue hasta el año 1992 cuando de verdad empezó a publicar más y más trabajos, sobre todo novelas y cuentos, tanto en Taiwán como en Hong Kong.
Este reconocimiento lo empujó a tomar la decisión (extrañísima para la época) de dejar su carrera profesional como docente para convertirse en un escritor independiente. Ya por fin en 1994 publica su famosa novela, 黄金时代 Huángjīn shídài (La edad de oro) en China continental. Por desgracia este período de producción y publicación fue tan intenso como fugaz, Wang Xiaobo moría de un paro cardíaco en su apartamento de Beijing el 11 de abril de 1997 con apenas 45 años. El nombre de este autor solo empezó a sonar con fuerza en China continental después de su repentina muerte; pronto sus escritos se popularizaron entre los estudiantes universitarios. Del él se ha dicho: 生前鲜为人知,死后声名广播 (en vida pocos lo conocen, tras la muerte su nombre se escucha por todas partes). Acerca de esto tenemos que insistir en el hecho de que, por norma general, las novelas y cuentos publicados en vida del autor fueron textos que él mismo había ido redactando y corrigiendo a lo largo de los años. Como ejemplo podríamos citar su primera novela, La edad de oro, una obra que comenzó a escribir en el año 1982 y fue retocando durante casi una década hasta que vio la luz en Taiwán en 1991. Otra novela, 革命时期的爱情 Gémìng shíqī de àiqíng (Amor en tiempos de la revolución), también ambientada en la época de la Revolución Cultural, se publicó en 1993.
El hecho de no empezar a publicar sus relatos hasta alrededor de los 40 dejó entrever la cohesión y templanza de la madurez; nada que ver con los escritos de autores de su misma generación después de volver del campo a la gran ciudad. Todo lector aficionado a los relatos ambientados en la Revolución Cultural habrá oído hablar de las novelas de Wang Xiaobo; sin embargo, sus ensayos no son tan conocidos como aquellos. Su primer libro recopilatorio de ensayos se publicó en 1996, titulado 思维的乐趣 Sīwéi de lèqù (El placer de pensar). Una vez más los ensayos ahí recopilados fueron escritos durante las diferentes etapas de la vida de nuestro autor. Algunos meses después, y ya de forma póstuma, se publicó otro libro recopilatorio con todos sus ensayos titulado 沉默的大多数 Chénmò de dàduōshù (La mayoría silenciosa). El ensayo es un género que cuenta con una gran tradición dentro de la literatura china y es uno de los mejores vehículos para expresar ideas y argumentos con absoluta libertad y cercanía; no es de extrañar que Wang Xiaobo hiciera uso de él para dejar por escrito una profusión de razonamientos, testimonios, tesis y consideraciones de diversa índole. Dada la variedad de los temas abordados por este autor, podemos afirmar que la lectura de su producción ensayística permite una mejor comprensión de su mentalidad y de lo que le interesó transmitir.
Aproximaciones metodológicas
Con el fin de entender mejor los escritos de un autor tan poco convencional como Wang Xiaobo, nos proponemos examinarlos valiéndonos del recurso metodológico de someter el discurso a una manipulación semántica realizando una serie de cuantificaciones (también de tipo cualitativo, dada la naturaleza de nuestro método) para así obtener unos resultados que variarán bastante de aquellos alcanzados mediante la simple lectura. Rechazada, por tanto, la supuesta transparencia del texto, llevaremos adelante este trabajo dando mayor importancia al lenguaje para llegar a la adecuada comprensión de uno de sus ensayos más afamados: Chenmo de daoshu (La mayoría silenciosa). ¿Por qué es la mayoría silenciosa relevante para un estudio? Como bien indica el autor en esta obra, llevaba nada menos que 40 años sumido en el silencio y, por vez primera, se atrevía a escribir no sólo para sí mismo, sino que también tenía por objeto enviar un mensaje a sus posibles lectores. No sin razón este ensayo encabeza y da título a la recopilación más completa de su obra ensayística.
Por medio de una lectura pausada quizá sólo llegaríamos a conocer los pensamientos que se nos quieren transmitir; pero nosotros, merced a los diferentes datos numéricos obtenidos del vocabulario empleado en dicho ensayo, esperamos poner de relieve ideas o enfoques que ni siquiera el autor habría considerado de manera consciente; en consecuencia, intentaremos superar aquello que se dice en el texto a fin de delimitar los conceptos que vienen a ser la clave principal de intelección del propio ensayo. Para realizar este análisis daremos los siguientes pasos metodológicos: 1. Tras una atenta lectura del texto, hemos llevado a cabo una deconstrucción del vocabulario empleado, tanto de caracteres simples como de palabras, a fin de elaborar unas listas con los términos utilizados con mayor reincidencia, ordenándolos en orden descendente (o sea, de mayor frecuencia a menor). 2. El siguiente paso consistió en identificar aquellas palabras esenciales (o palabras clave) y en especial sus combinaciones dentro del discurso. Tan importante fue identificar esas palabras clave como rechazar aquellos caracteres o palabras que aparecen con mucha frecuencia, pero sin ninguna carga semántica, para contabilizarlos en nuestro estudio. 3. Una vez identificadas las palabras clave hicimos un detenido análisis de las oraciones donde se encontraban. En este punto se identificaron asimismo las palabras que se hallaron con más frecuencia tanto a la izquierda como a la derecha de las palabras clave, aunque esto siempre se realizó sin saltarse una puntuación fuerte. De este modo establecimos una lista de concurrencias jerarquizada que nos va a dar las relaciones dentro del contexto que las encuadran, ayudándonos a aclarar su contenido. 4. Por último, evaluaremos los resultados de dicho análisis y sacaremos una serie de conclusiones.
Análisis
Una de las dificultades a la hora de llevar a cabo un estudio de estas características es que, en el proceso de contabilizar las palabras, debemos tener en cuenta la grafía, ya que una palabra en chino mandarín moderno no se compone solamente de un carácter, sino que la mayor parte de las palabras se componen de dos. Estos caracteres utilizados en la formación de palabras también tienen un significado por sí mismos, por ello, podemos encontrarlos formando parte de una palabra o de manera aislada en un texto. La mayoría de las palabras empleadas del chino son bisílabas y en menor medida trisílabas o cuatrisílabas, aunque, por la propia dinámica acumulativa del idioma, muchas formas monosílabas coexisten con sus variantes polisílabas sin merma de su carga significativa… Este rasgo es fundamental para entender el mecanismo del idioma chino moderno, puesto que muchas de sus características gramaticales actuales proceden de un monosilabismo intrínseco en el que las palabras tienen una u otra función según el contexto y la posición que ocupan en el discurso (Rodríguez, 2004, p. 86). Los caracteres que aparecen con más frecuencia en cualquier texto en mandarín siempre son partículas como 的 de y 了 le, los verbos ser 是 shì y estar 在 zài y la partícula negativa 不 bù; nosotros, por supuesto, no vamos a contabilizar este tipo de caracteres.
Habiendo sometido el discurso a la solución propuesta y cribado lo hallado en nuestra investigación, pasaremos a explicar las cinco palabras clave más frecuentes en el texto:
1. 话 huà (sustantivo, «palabra»). Con una frecuencia de 50, es la palabra que ocupa el primer lugar en significación dentro del texto.
2. 话语 huàyǔ (sustantivo, «palabra» o «el discurso»). Con una frecuencia de 40. Resulta de la combinación de la primera (话 huà) con otro carácter, 语 yǔ, y cuyo significado es un poco más formal que 话 huà a secas.
3. 沉默 chénmò (adjetivo o sustantivo, «silencioso» o «silencio»). Con una frecuencia de 27 repeticiones, esta palabra vehicula una de las ideas clave del texto.
4. 写 xiě (verbo «escribir»). Aparece 18 veces en el texto.
5. 世界 shìjiè (sustantivo «el mundo»).
Se halla en el texto 11 veces. Pasemos ahora a las concurrencias asociadas a estas palabras: 话 huà. En La mayoría silenciosa, la idea central gira en torno a la idea de tomar la palabra, en un contexto sociocultural como el de la China continental (es decir, donde la mayor parte de los individuos en la sociedad, si no es para expresar generalidades, prefieren no utilizar la palabra de manera activa para hablar de sus pensamientos o sus inquietudes). No es extraño, por ende, que el carácter 话 huà se repita muy a menudo. Por sí mismo significa «palabra» de modo genérico, pero combinado con otros caracteres adquiere otros significados. En 28 ocasiones este carácter aparece combinado con el verbo genérico 说 shuō, que significa «decir» o «hablar», formando la versión bisilábica del mismo verbo, 说话 shuōhuà. En este ensayo, la forma bisilábica del verbo «decir» aparece 28 veces, mientras que la monosilábica (说) aparece 58; sin embargo, no hemos considerado esta última forma como relevante, pues 说 podría combinarse con otros sustantivos para formar otros muchos significados (por ejemplo 说明shuōmíng, qué significa «explicar») que apenas aportan nada a la condición cualitativa de nuestro análisis; por lo tanto, la hemos descartado y nos hemos centrado en su forma bisilábica, que es la que Wang Xiaobo utiliza para tratar el concepto de hablar, expresarse o tomar la palabra. Recordemos que esto sucede en un contexto en el que se describe a un grupo de gente que es la mayoría silenciosa, esta mayoría permanece en el silencio y algunos individuos deciden romper con esa pasividad y comienzan a tomar la palabra. 话 huà también aparece tres veces en el texto combinado con otro carácter, 讲 jiǎng, «hablar, relatar», para componer otra forma genérica del concepto de tomar la palabra, 讲话 jiǎnghuà, si bien esta forma bisilábica expresa de manera más activa el significado de «hablar», así como de «hablar en público». Es interesante destacar que con cierta frecuencia el concepto de hablar es precedido por otros verbos que refuerzan la idea de «salir del anonimato» y «ponerse a hablar». Podemos mencionar cuatro maneras en las que esto aparece explicitado: 决定要说话, «decidir que se va a hablar»; 开 始说话, «comenzar a hablar»; 开口说话, «abrir la boca para hablar» y 选择了说话, «haber decidido hablar». No obstante, es más frecuente que los verbos que incidan sobre la palabra 话 huà vengan acompañados de la partícula negativa 不 bù o 没 有 méiyǒu, algo que sucede en 18 ocasiones en la vecindad de 话 huà. Podemos destacar las siguientes construcciones: 不让说话, «no permitir hablar»; 不相信, «no confiar o creer en las palabras»; 不够档次, «no tener el nivel necesario (para hablar)»; 没有说出来, «no lograr expresar»; 没有机会说话, «no tener oportunidad de hablar»; 不便说话, «no convenir hablar»; 不会 说, «no tener la capacidad de decir»; 不配说话, «no ser adecuado para hablar», etc. Esto da lugar a pensar que esa mayoría silenciosa más bien parece una mayoría silenciada. 话语 huàyǔ. Como hemos dicho, 话 huà puede ser combinado de mil maneras en chino mandarín, y una de ellas es 话语 huàyǔ; sin embargo, hemos decidido analizar este término de manera independiente, pues es mucho más específico que 话 huà. Dicho sustantivo aparece en el texto de manera muy frecuente (40 veces), y en todas tiene el significado metalingüístico de «el discurso». Nuestro autor utiliza esta palabra cuando hace referencia al uso del propio discurso, tratando en todo momento de explicar qué es y para qué sirve: en cinco ocasiones lo intenta definir mediante símiles introducidos por el verbo 是, «ser» (v. gr. 沉默是一种生活方式 «El silencio es una forma de vida»).
Cuando no lo compara con algo, explica su uso mediante un verbo: 用 yòng, «utilizar». A continuación de la palabra «discurso», tres veces se usa el verbo 教 jiāo, «enseñar», para indicar la finalidad del discurso como un instrumento de enseñanza o instrucción. En resumen, 话语 huàyǔ es un concepto de difícil explicación y no faltan intentos por parte del autor para acotarlo. Lo que sí nos queda claro por su frecuencia (hasta en seis ocasiones) es que la siguiente palabra con la que el discurso se relaciona es 圈子 quānzi, «círculo», en referencia a los círculos literarios: «tomar la palabra» –si es de forma oficial, ya sea mediante escritos o discursos en público– conduce al ingreso en «los círculos de la palabra», parece obvio que el discurso es el billete de partida desde el silencio hacia el mundo de la palabra. Con todo, una vez definidas las funciones básicas del discurso, el autor nos expone su sospecha de que el discurso es, en definitiva, una especie de moneda de cambio en el mundo real. Hasta en nueve oraciones encontramos un vocabulario relacionado con el pago de impuestos, por lo que palabras como 征 zhēng, «pagar»; 交 jiāo, «pagar»; 税 shuì, «impuesto» o 捐 juān, «tributo», aparecen agrupadas alrededor de la palabra 话语 huàyǔ. 沉默 chénmò. Esta palabra, cuyo significado ya hemos indicado que es «silencio» o «silencioso», coincide con el título del ensayo, por ello aparece combinada con la palabra «mayoría» en cuatro ocasiones a lo largo del texto. El «silencio» aparece precedido hasta en ocho ocasiones por el verbo 保持 bǎochí, «mantener». Wang Xiaobo nos explica que hay dos maneras de comunicarse, una es mediante la palabra, mientras que la otra es mediante el silencio.
Nuestro autor construye una gran cantidad de oraciones haciendo referencia a él mismo (自己 zìjǐ – tres veces) estando «en medio», o sea, dentro del silencio (沉默中 chénmòzhōng – cinco veces) o habiendo pasado mucho tiempo en silencio o muchos años en silencio, algo a lo que hace referencia hasta en siete veces en el texto. Claramente en el momento en el que se escribió este ensayo, su autor había decidido «tomar la palabra» y abandonar su lugar dentro de la mayoría silenciosa para no regresar. De hecho, podemos observar el empleo profuso de otros verbos para expresar la voluntad y posibilidad de vivir en «silencio»: 可以 kěyǐ, «poder»; 会 huì, «conseguir»; 想要 xiǎng yào, «querer»; 选 择 xuǎnzé, «elegir»; 变得 biàn de, «volverse», etc. Asimismo, otras palabras y otros sintagmas forman valoraciones concernientes al silencio: 是能办到的, «se puede lograr»; 是一种生活方式, «es una forma de vida»; 理由,很是简单, «la justificación es bastante sencilla». Por último, el autor nos señala en varias ocasiones los motivos por los que se sumió o permaneció en el silencio. Siguiendo nuestro análisis de estas palabras claves, vamos a explicar el valor del verbo «escribir» (写 xiě). En La mayoría silenciosa, el autor habla de escribir 书 shū, «libros», en ocho ocasiones; también menciona escribir 稿子 gǎozi, «borradores», en un par de ocasiones, y de pasada menciona: 写音乐 xiĕ yīnyuè, «escribir música»; 写 小说 xiĕ xiăoshuō, «escribir novelas» y 写东西 xiě dōngxi, «escribir cosas». La última palabra que hemos analizado es el sustantivo 世界 shìjiè, «el mundo». A pesar de no ser ya un término que se repita con tanta frecuencia, hemos juzgado conveniente incluirlo en nuestro cómputo, pues nos da una idea muy clara de la percepción que Wang Xiaobo tenía del mundo. En doce frases reincide en dicha palabra; al ser un número de frecuencia ya bastante bajo, no hubo palabras significativas en su entorno que se repitieran. En cambio, lo que sí podemos valorar es la carga emocional de las frases. Pasemos a mencionar un par de ejemplos: 周 围的世界太过荒诞, «el mundo que lo rodeaba era demasiado absurdo», 这个世界上有个很大 的误会, «en este mundo existe una gran equivocación». De doce ocasiones, en diez de ellas hay una carga, o bien pesimista, o bien un deseo de atacar el statu quo, o bien nos desvela la existencia de la cara oscura del mundo (Wang Xiaobo consideraba las dos caras de una misma moneda, literalmente haciendo referencia al 阴阳 Yīnyáng, o principio filosófico de las dos energías opuestas que se complementan).
Conclusiones
En este artículo, y mediante esta hermenéutica, hemos tratado de presentar a Wang Xiaobo de manera que el lector pueda comprender cómo el contexto en el que su vida se desarrolló dio lugar a un autor en tal medida singular. Perteneciente a una generación literaria tan característica como la de los «jóvenes instruidos» (aunque él no siguiera la senda natural de estos), Wang Xiaobo partía con un bagaje cultural distinto y tampoco se lanzó a publicar escritos como otros muchos hicieron, sino que, una vez terminada la Revolución Cultural, continuó su formación viajando al extranjero, donde absorbería múltiples influencias de autores occidentales, como ya se ha dicho, además de madurar sus ideas y su estilo durante muchos años. Y esto es lo importante, puesto que el verdadero conocimiento no depende esencialmente de la cantidad de información, uno puede memorizar o retenerla dependiendo de sus facultades; pero asimilar e integrar en el acervo personal de conocimientos, esto es, madurarla, exige tiempo. Después de una juventud tamizada por el nacionalismo exacerbado, su vida hecha de dureza y carencia no generó odio ni resentimiento, sino comprensión, compasión y afecto. Finalmente, cuando de manera oficial «tomó la palabra», marcó de verdad su entrada en el mundo del verbo y, por ende, en el de la literatura con su conocido ensayo La mayoría silenciosa. Siempre precavido, sin olvidar el pasado, pero sin regodearse en lo dramático, Wang Xiaobo nos describe un forcejeo constante entre el individuo que se mantiene en el anonimato, en el lado yin del mundo y manteniendo el silencio, y la sociedad que lo rodea, cuyo lado más fulgurante es el mundo yang, que todo lo irradia y que exige a todos «un tributo» en forma de palabras. El discurso es un espacio al que hay que dar importancia, pues el autor no cesa de explicarnos cómo la mayoría de la sociedad china se siente tan abrumada por el uso de la palabra que prefiere mantenerse en una especie de silencio autoimpuesto. Este silencio es «una buena forma de vida», pero, dado el poder que tiene la palabra, nos advierte sobre las consecuencias de «abrir la boca y comenzar a expresarse».
La meta última es superarse, pero en definitiva es hacer uso de la oportunidad de salir del silencio para enseñar a la gente que la palabra tiene un enorme poder pero puede ser pervertida de mil maneras. Lo peligroso, en definitiva, es emplearla de manera subversiva o equivocada, cosa que podría hacer mucho daño. Para terminar, hemos advertido que este autor suele mantener un tono sombrío, salpicado de ciertas notas de humor, por más que en el fondo sea pesimista. En suma, hemos intentado profundizar en el significado de las palabras clave en las que se sustenta el discurso ensayístico de La mayoría silenciosa; valiéndonos, pues, de un método cuantitativo de deconstrucción semántica, hemos podido delimitar el intercambio dialéctico –y a veces la confrontación– entre la palabra y el silencio para una mejor comprensión del texto, sin que por ello pensemos que hemos desvelado de manera definitiva y plena todas las claves de su sentido, pues no perdemos de vista que el lenguaje –dejando aparte las dificultades que encierra un idioma tan alejado del nuestro– no es sino un elemento más entre otros en el proceso de creación del texto literario, como son el género, el tema y la motivación, elementos estos de los que solo de forma somera se ha hablado en el artículo.
Notas
«En diciembre de 1951 comenzó la campaña de “los tres contra” que se extendió hasta el 30 de abril de 1952. Esta campaña estaba destinada a los funcionarios del Estado, a los administradores de empresas y a los cuadros del partido, y tenía como propósito luchar contra la corrupción, el dispendio y el burocratismo». Para más información sobre este período de la historia de China véase: Cornejo, R. (2011). «El Partido Comunista en el poder. Una revisión de los primeros años», en China, estudios y ensayos en honor a Flora Botton Beja. México: El Colegio de México, p. 405. 2 En la mayoría de las biografías y bibliografías elaboradas sobre este autor, se cita dicho relato como su ópera prima y se data en el año 1980, incluso el hermano mayor de Wang Xiaobo, Wang Xiaoping, se suma a este error. Véase Wang Xiaoping, 2012, p. 240. 3 Véase Wang Xiaobo, 1982. 4 Cuando consideremos necesario para la comprensión del artículo, transcribimos palabras o frases completas del chino en pinyin. 5 Habría que tener presente aquí la distancia que media entre la inclinación artística (el goce de la literatura como arte) y una preocupación social (la obra como acto, como respuesta a las imperfecciones y deficiencias del entorno histórico); por otro lado, habría que distinguir entre lo individual (la obra singular, el escritor inconfundible, la originalidad que la literatura escrita y culta hace posible) y el sistema (el conjunto, el movimiento generacional, la inercia de la escritura…). Véase Guillén, Cl., 2005, p. 30. 6 Edición empleada: Wang Xiaobo 王小波. (2009). Chenmo de daoshu 沉默的大多数. Xian, PRC: Shaanxi Normal University Press, pp. 9-24.
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