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Los periódicos dominicanos ante el reto de la tecnología

by Elina María Cruz
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Los diarios impresos dominicanos luchan por sobrevivir en medio de una crisis que tiene gran parte de sus raíces en el auge de Internet. Con sus portales informativos, apuestan por ganar la batalla, aliados a la tecnología que los amenaza. La realidad que enfrentan tiene en los jóvenes del país, el principal mercado y el nicho a conquistar, un factor clave, porque estos, como los de toda Latinoamérica y el mundo desarrollado, prefieren la red para informarse y comunicarse. Además del análisis realizado por la directora del Instituto de Investigación de la Comunicación de Funglode, Elina María Cruz, el trabajo incluye una entrevista al director del periódico Hoy, Bienvenido Álvarez Vega, y un artículo del director de periódico Clave Digital y del semanario Clave, Fausto Rosario Adames.

Desde el pasado año, la sociedad de lectores dominicanos es testigo de una abierta competencia entre los diarios impresos, los cuales buscan ampliar su lectoria a travez de sus respectivas web informativa. La renovación periódica del diseño de los portales de los principales diarios de pago y gratuitos ha traído consigo un aumento de las visitas de los cibernautas y, con ello, de la publicidad. Pero el proceso apenas comienza.

La lucha se libra en varios frentes. Por un lado, con la contratación de empresas especializadas, los rediseños se enfocan en mejorar los contenidos con la integración de más recursos audiovisuales y la actualización cada vez más frecuente de las informaciones. Al mismo tiempo, las agencias publicitarias multiplican a paso lento la inversión en publicidad digital, mientras se plantean mecanismos de medición de visitas que les permitan establecer con fiabilidad la fuerza de venta de los medios en línea para garantizar la rentabilidad de las colocaciones. Detrás de todos estos esfuerzos está el hecho inocultable de que la prensa tradicional dominicana se enfrenta, como la de todo el mundo, al auge de Internet. Porque los dominicanos prefieren cada vez más enterarse de lo que sucede en su entorno más inmediato y más allá de sus fronteras a través de la red. En el cambio también pierden terreno la televisión y la radio.

En diciembre de 2008, el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (indotel) registraba 340,322 cuentas de Internet en el país, una cifra muy relativa cuando se advierte que una cuenta da cabida a una cantidad indeterminada de usuarios. De ahí que resultan más significativas las estadísticas que establecen que el nivel de penetración de la red en el país alcanzaba a finales del pasado año el 26.7%, con más de 2.5 millones de usuarios.

Tanto o más impacta saber que los cibernautas locales diariamente descargan un promedio de 20,000 vídeos, lo que se traduce en unos 600,000 al mes y más de 7,000,000 al año. El dato habla de una integración extraordinaria a la red y remite a la pregunta de que segmentos poblaciones de pais estan mas vinculados al fenomeno y en que medida se puede establecer su perfil generacional.

Las cibercifras dominicanas

Johnny Matos, director para latinoamerica y el caribe de Omnicom Media Group, comparte las cifras que su empresa registra dentro del contexto regional y local como parte de su tarea diaria, que busca, entre otros objetivos, establecer los perfiles de grupos poblaciones en funcion de los medios que prefiere para comunicarse, entreternerse e informarse. Nos dice que la penetración de los periódicos se sitúa entre el 10% y el 15% de la población, lo que indica que la penetración de Internet al menos la duplica.

Las indagaciones exploran el segmento población más grande del país, los jóvenes con menos de 30 años, que suman el 65% del total. Hablamos de cerca de 6.5 millones de dominicanos que en investigaciones sistemáticas confirman su predilección mayoritaria por Internet: el 47% dice que prefiere informarse a través de la red, mientras el 25% mantiene la fidelidad a la prensa tradicional.

Cuando a los jóvenes se les pregunta cuál es el medio que más le entretiene, Internet se sitúa muy encima de la radio, la televisión y la prensa escrita. La respuesta a favor de la red se multiplica cuando se pregunta sobre el medio sin el cual el entrevistado no podría vivir. Es necesario resaltar que los comportamientos que muestran los jóvenes dominicanos en el contexto de la cultura digital se corresponden con la tendencia que se verifica en el conjunto de la región latinoamericana.

Matos parte de la realidad local que estudia para subrayar que los medios de comunicación dominicanos tienen que dirigirse al medio digital para sobrevivir, pero que tienen que hacerlo como parte de una conversión digital plena, que dé respuesta a las demandas del mayor grupo poblacional, los jóvenes. Un grupo al que, hay que puntualizar, no le atraen las noticias negativas; que es más frívolo y prefiere lo que le entretiene e informa a la vez; lo que no le aburre y le permite sentirse actualizado. Es el mismo conjunto de potenciales lectores que quiere ver sus opiniones en las páginas que lee y quiere producir información porque entiende que un editor de una página no es el único dueño de la verdad.

La actualización vende

La pregunta que se impone, entonces, es ¿hasta dónde los medios digitales locales derivados de las ediciones impresas están dando respuesta a las necesidades de los lectores jóvenes? Los contenidos multimedia siguen siendo limitados, salvo excepciones. En varios de estos medios reformulados se han incluido blogs, a cargo de periodistas de su plantilla, y todos han creado espacios para que los lectores comenten sus contenidos; pero hay brechas evidentes, porque la impresión general es que siguen siendo medios tradicionales colgados en la web.

La actualización de las informaciones, que demanda un personal a tiempo completo, es un servicio que pocos ofrecen, a pesar de que su impacto es verificable casi al cien por ciento y, por tanto, se convierte en una poderosa arma de venta.

Gina Lovatón, vicepresidenta de Mercadeo del Grupo Omnimedia, empresa editora del gratuito diario libre y de diariolibre.com, certifica la relevancia de la actualizacion en la atraccionde lectores con las cifras obtenidas por el medio que comercializa. El pasado año, el numeri de visitantes de este portal informativo se incremento en 10 millones en 2008.

La ejecutiva atribuye el crecimiento a la estrategia que han utilizado para hacer más atractivo el portal. El equipo que integra busca mantener una gran cuota del mercado con las múltiples herramientas tecnológicas que permiten acercarse más al lector y conseguir su adhesión.

Una iniciativa reciente, el registro de usuarios –lanzada en febrero de este año–, ofrece a sus lectores un servicio informativo actualizado con las informaciones que prefiere recibir en su dirección electrónica. Con las predilecciones identificadas por el usuario, el diario está en capacidad de darle un contenido personalizado.

Simultáneamente, como otros diarios, han hecho los ajustes técnicos para que las informaciones en línea lleguen, a través de los celulares, con mayor calidad. Lovatón sostiene que los cambios que producen crecimientos exponenciales en el mercado de los medios en línea dominicanos pronto se traducirán en un desplazamiento de la publicidad tradicional a la red.

De las tiradas a los clics

Los cambios que arrastra el aumento de las visitas a los portales informativos remiten a las tiradas de las ediciones impresas y la colocación publicitaria que se deriva de la lectoría. Aunque el tema de la publicidad requiere de un análisis amplio que no puede agotarse en esta entrega.

La prensa escrita dominicana nunca se ha sometido a mecanismos de certificación que permitan establecer la tirada real de cada medio. Son empresas de estudios de mercado, que, mediante encuestas, determinan la lectoría de los diarios para que las publicitarias establezcan sus prioridades de colocación.

Si se acepta que el crecimiento de la lectoría de los diarios en línea provocará un vuelco de atención de las empresas publicitarias en algún momento, el impacto de la medición de visitas que facilitan herramientas como Google Analytics marcará otro cambio relevante en el perfil del negocio mediático dominicano. La penetración de los medios dejaría de ser un secreto muy preservado.

El proceso es complejo. Aunque en el país se registra el fenómeno global de que la publicidad en medios impresos sigue financiando la circulación de sus versiones digitales, el incremento de las visitas ha provocado la búsqueda de mecanismos que permitan establecer el número de clics que registran los portales informativos.

En la actualidad, los dueños de medios, las agencias publicitarias y los anunciantes dominicanos buscan ponerse de acuerdo para establecer un medio oficial mediante el cual puedan certificar la circulación o visita al medio digital. Desde que Google Analytics ofrece en forma gratuita información al día sobre el tráfico de un sitio web, las posibilidades de saber con exactitud qué medios tienen mayor influencia en los diferentes públicos son infinitamente mayores, y muy precisas.

La herramienta del mayor buscador de Internet permite, como lo dice su promoción, obtener más información sobre la procedencia de los usuarios que visitan el sitio y cómo interactúan con él. Esta posibilidad constituye, sin embargo, un arma de doble filo para un mercado poco acostumbrado a las certificaciones de circulación. Si algo queda claro en el panorama actual de la prensa escrita dominicana es que no escapa a la crisis global que enfrenta la industria de la comunicación tradicional. Con el auge de Internet, está tan amenazada como los medios de los países desarrollados, aunque el número de usuarios de la red no guarde las mismas proporciones.

Es una realidad que los periódicos dominicanos de gran circulación apuestan por la tecnología. Con las renovaciones de sus diseños digitales han mejorado su contenido multimedia y acceso a las informaciones. ¿Considera que ese es el futuro de los medios impresos del país?

Desde 1989, con la salida de El Siglo, los diarios dominicanos han estado poniéndose al día en materia tecnológica. Desde entonces, todos los periódicos han introducido cambios drásticos en su proceso de producción, impresión y distribución. Estos cambios están presentes en las redacciones, en los departamentos de diseño, en pre-prensa y en la impresión. También en fotografía, infografía y áreas similares. La última novedad de los últimos años ha sido la apertura de portales o páginas digitales. Se trata de una respuesta de las empresas periodísticas a los cambios tecnológicos, a las nuevas oportunidades y a los retos de la red Internet. Constituye, además, un paso empresarial de cara a las tendencias que se entiende dominarán un futuro que no está lejano. Creo que, como ocurrió con la radio y con la televisión, los medios coexistirán. La lectura de medios impresos siempre ha sido hábito propio de una minoría, frente a la radio y la televisión, y lo seguirá siendo más ahora con la fuerza que cada día toma la red de Internet.

¿Cree, como algunos analistas plantean, que los diarios dominicanos tradicionales están condenados a la desaparición, por lo menos en sus versiones impresas, o que sobrevivirán con las adaptaciones que ya desarrollan?

La visión apocalíptica que habla de la desaparición de los diarios en papel responde a un concepto estático de la vida y de la historia. Es una visión, además, que carece de antecedentes históricos. Lo que la historia nos muestra es que todos los ámbitos de la producción, periodística y de otros tipos, se readecúan constantemente para responder a las nuevas tecnologías. Unas veces con más lentitud o rapidez que en otras, pero siempre se produce la puesta al día. Si no se hace, la muerte es el resultado, o la atrofia. Desde la aparición de las nuevas tecnologías hemos estado viendo cómo los inventores las han estado adaptando a la industria periodística y cómo los medios, los impresos y los electrónicos, las han estado utilizando. Como consecuencia de estas nuevas tecnologías, la Red se ha añadido como otro medio. ¿Qué han hecho la radio, la televisión y la prensa escrita? Competir utilizando los nuevos recursos que las nuevas tecnologías ponen a su disposición.

La convergencia mediática implica aprender a redactar de forma diferente, porque no es lo mismo escribir para una versión digital que hacerlo para una edición escrita. ¿Están las empresas de comunicación locales en capacidad de enfrentar la inversión en formación que requiere su plantilla en todos los niveles?

La convergencia no sólo implica una nueva redacción. También implica que el periodista tiene que hacerse lo que ahora se llama un periodista convergente. ¿Qué quiere decir? Un periodista que sea capaz de buscar la información utilizando los métodos tradicionales y los “modernos”, como las cámaras, las filmadoras, redactar, más que una noticia un libreto noticioso, y editar. También se reclama un periodista más creativo, capaz de sugerir infografías y dibujos animados, y aportar los datos para la infografía y para la animación. Es obvio que los periodistas tenemos que someternos a un proceso de readecuación o aggiornamento. Yo creo que los medios de comunicación han estado invirtiendo en estos cambios.

Recuerden todo el entrenamiento previo que recibió el cuerpo periodístico de El Siglo; el entrenamiento del Listín Diario, cuando se sometió a un rediseño con una empresa española; el entrenamiento de El Caribe, cuando inició su rediseño y su proceso de convergencia; y, más recientemente, el periódico Hoy fue sometido a un rediseño profundo que también implicó un entrenamiento de sus redactores, de sus ejecutivos, de sus fotógrafos, de sus diseñadores y hasta de los ingenieros responsables del Departamento de Informática. Lo mismo ha estado ocurriendo con el diario gratuito El Día. También el entrenamiento previo a la salida del Diario Libre y la revista Rumbo, así como los entrenamientos previos a los cambios posteriores registrados en ese medio gratuito. Es decir, la inversión ya se ha hecho, y se tendrá que seguir haciendo cada vez que sea necesario. Y ya no sólo es un entrenamiento sobre la escritura, sino sobre otros aspectos igualmente importantes en el ejercicio del periodismo de nuestros días.

Piensa que será un proceso lento y que, como ahora, los medios harán la transición poniendo énfasis, sobre todo, en las herramientas (vídeos, fotografías, enlaces, audio)?

Yo diría que a la prensa dominicana le hace falta esta transición, que se me ocurre que será una segunda transición. Lo que no me atrevo a decir en estos momentos es cuándo será necesario iniciar esa segunda transición. Porque la prensa por Internet, entre nosotros, necesita tiempo. Por dos razones: el déficit digital todavía es muy amplio en el país y parece que lo será por mucho tiempo; y porque los medios por Internet todavía no son lo suficientemente atractivos para la publicidad. En palabras de hoy: no sabemos cuándo los medios digitales (portales, website) serán rentables. Pero cuando la Red sea atractiva para la publicidad dominicana, cuando sea negocio tener un portal periodístico, entonces esa transición se dará y los empresarios de la industria periodística harán las inversiones necesarias.

¿El diario Hoy hace mediciones para saber cuántos lectores lo leen a través de Internet y cuántos lo hacen adquiriendo sus páginas impresas?

Claro, esas mediciones son rutinarias. Debo observar lo siguiente: los productos periodísticos de todas nuestras empresas, incluida Editora Hoy, son más vistos y leídos ahora que antes. Porque no hemos perdido lectores. Hemos sumado lectores, por vía de la Red, y muchos lectores del periódico impreso han emigrado hacia la Red. No es aventurado afirmar que todos los diarios dominicanos han duplicado sus lectores como consecuencia de Internet.

¿Coincide con Joaquín Estefanía, directivo del periódico español El País, en el sentido de que los medios de comunicación y los periodistas “tradicionales” han perdido su monopolio en la función de informar? ¿Considera que los blogs desplazan el interés del lector en las fuentes noticiosas tradicionales o constituyen un complemento que satisface sus necesidades de lector de la era digital?

Pienso que hace tiempo que los medios perdieron el monopolio de la función de informar. Mucho antes de la aparición de la Red. La primera institución en romper este monopolio fue la Iglesia (el conjunto de iglesias). Esta siempre ha tenido sus maneras de informar a sus feligresías y también las ha dotado de filtros para calibrar las informaciones que reciben por otras vías. Los partidos políticos por igual, etc. Ahora, la Red constituye una gran competencia, pero la Red no ha podido, todavía, sustraerse del periodismo tradicional. Fíjese que han llegado a complementarse. Pero están surgiendo otras formas de la gente informarse o darse cuenta de lo que ocurre. Es una forma alternativa, sin los requerimientos y las exigencias del periodismo tradicional.

Los blogs forman parte de esta otra forma de informarse. Pero también los grupos y los foros y, en mayor medida, buscadores como Yahoo, Google, y enciclopedias como Wikipedia. Yo estoy convencido de que el periodismo profesional fue incapaz de responder a las necesidades nuevas de sus lectores. Es un periodismo muy acartonado, muy rígido, muy dogmático, hecho muy al margen de los cambios filosóficos que se han registrado y que han cambiado la visión, la forma de pensar, los valores, las necesidades, las expectativas, etc. Todavía ese periodismo cree que la prensa está para informar, formar y entretener.

Creo que la Internet es un nuevo modelo de negocios para los medios impresos tradicionales y que su desplazamiento hacia las nuevas tecnologías, con diseños renovados de portales, es sólo una opción de trabajo, que no invalida ni detiene la historia ni el ejercicio periodístico impreso. El futuro de los medios impresos seguirá siendo el mismo, aunque adaptándose a la competencia que representa la televisión, la radio, Internet y revistas enfocadas en nichos de mercado muy específicos, como la moda, la economía, la tecnología o el sector financiero.

No creo que se haya dictado ninguna sentencia de desaparición de los diarios tradicionales. Ese argumento se utiliza con frecuencia en los países desarrollados, con alta conectividad y con una población joven en aumento. Sin embargo, las situaciones no se pueden extrapolar. En los países desarrollados, la lectoría en Internet superó a la lectoría de los principales periódicos impresos. El volumen del negocio publicitario, aunque aumenta en Internet, sigue teniendo su grueso en la parte impresa. El problema de los periódicos locales en Internet será cómo ofrecer versiones impresas frescas, con más profundidad, que sean diferentes a las informaciones que se ofrecen en Internet.

En cuanto a la formación, la tradición ha sido que los periódicos dominicanos no han invertido lo necesario en la formación de su personal. Las escuelas de comunicación han formado a los profesionales que los medios de comunicación han requerido. Sin embargo, se siente el desfase. Recuerdo que el primer periódico que computarizó su redacción fue El Siglo, en 1989, y debió formar a los periodistas en el manejo de los programas que se utilizarían. Lo mismo tuvo que hacer el semanario Clave cuando surgió en 2006: convocó a todo su personal y lo entrenó durante cinco semanas con profesionales de alta formación traídos al país.

Los nuevos medios son los que normalmente invierten en su personal. Los medios tradicionales no lo han hecho sistemáticamente, al margen de aprovechar becas otorgadas por gobiernos o institucionales internacionales como las becas de Frederich Ebert o algunos cursos del Centro Franklin. Estoy seguro que las empresas están en capacidad de asumir esa inversión de formación necesaria de su personal.

Creo que el ejercicio periodístico está infravalorado por la mayor parte de los propietarios de los medios. No se trata de invertir en el cambio de mentalidad de los periodistas, sino de invertir en su formación integral. Los periodistas hemos tenido la disposición, la habilidad y la entrega para formarnos, la mayor parte individualmente, como un desafío intelectual privado, personal. El cambio de mentalidad debe producirse en los principales propietarios de medios de comunicación, que deben asumir el costo de la formación técnica de los periodistas para que sus empresas tengan mejores productos informativos en el mercado.

La transición de los diarios en su integración plena a la Internet es un proceso lento, empujado por un cambio importante y rápido de las nuevas tecnologías. En el país hace menos de dos años que los periódicos tradicionales admitieron que tenían que integrarse a la Internet. La mayor parte de los periódicos tradicionales no admiten comentarios en sus informaciones ni en sus artículos o editoriales. Es decir, no se han acogido a la nueva tendencia de horizontalizar la información. La tecnología lo permite. Algunos medios comenzaron aceptando opiniones y luego cerraron esa posibilidad. Otros se niegan a aceptar opiniones en algunos textos, lo cual me parece ridículo. En el país este proceso será lento. Localmente el mercado de Internet sigue siendo muy reducido.

Por otra parte, las informaciones sobre circulación se ofrecen muy falseadas en la República Dominicana. Ha sido tradición de la prensa ocultar los datos de su circulación, y esa mala costumbre la han transferido a Internet, con el agravante de que distorsionan las informaciones, apoyándose en que el público carece de los datos y de la forma de buscarlo. En Clave y Clave Digital hemos actuado en base a los parámetros internacionales. Los medios en Internet se miden por la cantidad de lectores únicos que tienen cada mes. Clave Digital tiene 180,000 lectores únicos cada mes, con más de 3 millones de páginas vistas y una productividad de 3 páginas vistas por sesión. Sobre el semanario Clave, nuestra circulación neta es de 63,000 ejemplares. Y eso puede ser constatado en la imprenta Editora Taller, que nos ofrece el servicio.

Contrario al fenómeno que se registra en países desarrollados, en la República Dominicana los periodistas siguen teniendo el monopolio de informar. Y los blogs todavía no se expanden en nuestra blogosfera.


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