No puede ser evadida o manipulada la realidad política que se viene estableciendo en América Latina. Pareciese como si la izquierda, en su proceso de transformación interna, estuviese decidida a llegar al poder por medios diferentes a los que marcaron las décadas de los cincuenta a los ochenta. Y aún más, si consideramos que poderosos grupos guerrilleros que decían trabajar para modificar la sociedad estaban activos todavía hasta hace una década, con reductos que permanecen hoy alejados de la realidad en movimiento.
América Latina está viendo una nueva izquierda que ha entendido que hay que modificar las formas de acceder al poder y que muestra su desacuerdo con determinadas formas de gobierno que, diciéndose de izquierda, mantienen dominios férreos sobre sus ciudadanos y persisten en gobernar con métodos que se creían superados.
México, Chile, Perú, Honduras, han echado a andar bajo las premisas de una izquierda progresista que ha ganado en las urnas el derecho a transformar sus pueblos bajo nuevas perspectivas y estrategias. Anteriormente, líderes de centroizquierda ganaron para sus respectivas escuadras políticas los gobiernos de Costa Rica, Argentina, Panamá y Bolivia. Y están abiertas todas las posibilidades para que la izquierda regrese al gobierno de Brasil y se abra caminos en Colombia.
Global no puede estar ajena a este tema y a esta nueva realidad, y por eso ha convocado a destacadas figuras del análisis político, incluso del ejercicio partidario de la izquierda de América Latina, para qué informen y orienten a nuestros lectores en torno a este giro hacia la izquierda de los pueblos de la región. Un panorama, con distintas aristas de evaluación, que nos invita a todos a conocer y reflexionar sobre el presente y el futuro inmediato de la realidad política latinoamericana.
