La filosofía hoy
La filosofía ha sido, históricamente, la ciencia del pensar que ha orientado al mundo desde que tenemos noticias de su existencia. Tal vez, los primeros filósofos —cuestionadores, escudriñadores de cada portento de la naturaleza, examinadores de cada maravilla puesta a su servicio— nacieron en aquellos tiempos primeros que, para los creyentes, tuvieron nombres-símbolos en la génesis de todo lo creado, y que para agnósticos y científicos se comenzó a germinar después del átomo primigenio, de lo que se conoció como el huevo cósmico o lo que, modernamente, conocemos como Big Bang o gran explosión.
Del modo que haya sido, quisiéramos pensar que entre aquellos pobladores iniciáticos que fueron dando curso al desarrollo del Homo sapiens, en la versión Harari, estuvieron los que comenzaron a forjar el conocimiento, contemplando y auscultando la realidad para conjugar las reflexiones primas sobre la existencia.
Luego, vendría todo lo que sabemos y llegarían todos los que conocemos: desde Tales de Mileto hasta Sócrates, de Platón a Aristóteles, de Descartes a Diderot, de Kant a Spinoza. Y así, hasta el infinito. La filosofía ha desnudado el alma y el ser para dar con la verdad de las cosas, para crear una metodología del saber y explicar el mundo que habitamos. Tiempos grises estos que vivimos: las enfermedades, las guerras, el hambre, el deterioro ético, los retos de la cibernética, la mentira que gobierna el mundo; todo cuanto acontece y nos afecta necesita de una explicación que nos devuelva la posibilidad de creer en que la supervivencia humana, en medio del caos, aún es posible.
En GLOBAL buscamos respuestas a estas inquietudes. Cuatro filósofos dominicanos y uno colombiano escriben para ofrecernos, con especial dominio del tema, enfoques que podrían encaminarnos hacia la búsqueda, desde la filosofía, de caminos orientadores. Esta edición 98 busca abrir un cauce a esta cuestión —ojalá el primero de tantos— para saber, en verdad, para qué nos sirve la filosofía en estos tiempos de tempestad.
