Revista GLOBAL

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GLOBAL N° 11 / Julio - Agosto, 2006

LOS CAMBIOS DE LA NACIÓN.

 

Desde el momento en que se disponía a votar en el pasado proceso electoral, hasta ahora, en que se escribe este Énfasis, el presidente Leonel Fernández ha ido delineando los cambios que planea hacer después de que su partido, el PLD (Partido de Liberación Dominicana), adquiriera mayoría en el Congreso.

 

El 16 de mayo pasado, el mismo día de las elecciones, Fernández aseguró que tenía la intención de llevar adelante una reforma constitucional y la aprobación de un conjunto de leyes que permitieran la necesaria y útil institucionalización del país, y, pocas horas después de que la Junta Central Electoral diera a conocer los resultados finales de los escrutinios, anunció que en el mes de julio se iniciaría un proceso de consultas nacionales sobre los contenidos de ese proceso de transformación.

 

Noticias gratas para todos. No sólo porque despejaba la incógnita de para qué ganó el partido de Gobierno, sino asimismo porque la prontitud del anuncio sugiere que el jefe del Ejecutivo tiene un plan de Nación bastante claro y elaborado; no improvisa.

 

Esta noticia revela también que el doctor Fernández no se cree el único poseedor de la verdad ni tampoco que la suya deba prevalecer a como dé lugar. Si fuese así no hubiese planteado que esas reformas deben ser el resultado de una concertación entre el Gobierno, los partidos y la sociedad civil.

 

Además, el 17 de junio, el Presidente aclaró la duda en el sentido de sí la realización de esos cambios daría lugar a que se descuidaran los grandes temas socioeconómicos, y dijo: “Al tiempo que impulsamos las reformas institucionales, nos dedicaremos a resolver definitivamente el problema energético en la República Dominicana, lucharemos por erradicar la pobreza, crearemos oportunidades para el acceso universal de todos los niños al sistema escolar y lucharemos por erradicar el analfabetismo y por una justicia social”.

 

Atinada y oportuna precisión. Las actuales circunstancias favorables para las reformas deben ser aprovechadas también para tomar medidas –como las mencionadas en el párrafo precedente– dirigidas a reducir las brechas sociales que dan al dominicano el deshonroso segundo lugar en iniquidad –estadísticamente documentada– entre los países de América Latina y el Caribe.

 

Para lograr eso no basta –está sobradamente probado– con el crecimiento económico que, con maestría excepcional, la administración Fernández volvió a lograr tan pronto como retomó el mando de la Nación. Si se quieren reducir las desigualdades sociales y los altos niveles de pobreza es imprescindible que las acciones del Gobierno se dirijan también hacia la educación, la salud y el empleo.

 

Al final, las transformaciones sociales son la garantía de que los cambios institucionales se conviertan en parte de la realidad, de la vida cotidiana de cada uno de los de ciudadanos y ciudadanas de la sociedad.

Artículos de esta revista

Global es una publicación de la Fundación Global Democracia y Desarrollo y su Editorial Funglode. Es una revista bimestral de naturaleza multidisciplinaria, que canaliza las reflexiones sociales y culturales, acorde con el pensamiento y la realidad actual, elevando de este modo la calidad del debate.

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