Adopción digital y tecnologías exponenciales en pandemia

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Aunque el mundo venía ya en un proceso de transformación, la pandemia presionó
el acelerador para impulsar cambios que, de lo contrario, hubieran tardado varios años
en imponerse. Planes cuya fecha de término era el año 2025 se llevaron a cabo entre el 2020 y el 2021. No hay vuelta atrás, estos cambios han llegado para quedarse. 

La pandemia ha sido un evento catalizador de los factores que detonaron la cuarta revolución industrial, impulsando el uso de tecnologías exponenciales para gestionarla. Esto se ve reflejado en las numerosas innovaciones que impactan la salud, el trabajo, la economía y las actividades sociales. 

Ha sido evidente que se ha acelerado la adopción digital. El aumento de uso de la tecnología durante la pandemia creó hábitos digitales nuevos y consolidó los ya existentes. La tecnología ha tenido un rol protagónico en los esfuerzos para mitigar la propagación de la covid-19, ayudando en la detección de casos, el rastreo de posibles infectados, la asistencia a contagiados y la predicción de casos y rebrotes. 

Las innovaciones tecnológicas para reforzar los protocolos de bioseguridad han sido claves para asegurar la reapertura de ciertos sectores económicos y actividades sociales: el escaneo de temperatura corporal en grupo a través de cámaras térmicas, la detección de uso de mascarilla y el control automatizado de distanciamiento social, por mencionar algunas. 

Para las empresas, esta crisis sanitaria ha sido una oportunidad para innovar, modernizarse y transformar la forma en que se relacionan con sus clientes y empleados. Se vieron obligadas a acelerar sus procesos de transformación digital y cultural, teniendo que, en poco tiempo, implementar el teletrabajo, digitalizar procesos, rediseñar políticas internas, repensar la evaluación de rendimiento y objetivos, entre muchas otras cosas. Y tuvieron que hacer todo esto garantizando la salud y bienestar de sus empleados. 

Las empresas que tenían su proceso de transformación digital avanzado son las que mejor han sobrevivido, pudiendo navegar en las turbias aguas de esta crisis y continuar con sus actividades. Para muchas, la tecnología ha sido un aliado clave para sobrevivir durante los peores meses del confinamiento. Hemos observado cómo las tecnologías y plataformas disponibles sirvieron de base para que pequeñas empresas pudieran seguir vendiendo sus productos y servicios, o para reinventarse y ofrecer productos totalmente diferentes a los que vendían originalmente. 

Estos cambios empresariales no solo se adaptaron a las restricciones provocadas por la pandemia, sino también a las nuevas exigencias de consumo de los usuarios. En esta nueva normalidad, un gran porcentaje de consumidores quieren hacer todas sus compras en línea, para recibirlas lo antes posible. Esta costumbre, que comienza como una necesidad temporal, se ha convertido en un hábito que se mantendrá en el futuro, obligando a las empresas a adaptarse o morir. 

Como consecuencia de todo esto, veremos reflejados cambios permanentes en las diferentes áreas de la gran industria tecnológica, cambios que probablemente hubieran tardado mucho más tiempo en producirse. Seguiremos viendo innovaciones para mitigar los efectos de la pandemia en aspectos sociales y económicos. Conoceremos nuevas iniciativas para predecir y evitar una próxima pandemia. Y también seremos testigos de mayores cambios en la forma en que las personas se relacionan entre sí y con las empresas. Para entender el por qué́ de estas afirmaciones, profundicemos en las áreas en las que se han visto las principales transformaciones. 

Las otras realidades y el metaverso 

Los conceptos de realidad virtual y realidad aumentada han existido desde hace décadas. Su adopción se vio afectada por una serie de factores, como el alto costo de la tecnología y las limitaciones de los dispositivos existentes. Pero en los últimos años, gracias a la facilidad de acceso que tienen los usuarios a dispositivos modernos, han gozado de un crecimiento acelerado y del surgimiento de múltiples casos de uso en diferentes industrias. Ya podemos ver ejemplos en sectores tales como educación, salud, turismo, inmobiliaria, marketing, retail y entretenimiento. 

Google y Apple han puesto especial atención al desarrollo de sus tecnologías de realidad aumentada, ARCore y ARKit, respectivamente, habilitando el uso de la misma en millones de dispositivos con Android y iOS. Todo esto, combinado con una miríada de opciones disponibles de dispositivos para realidad virtual, está democratizando el acceso a una herramienta poderosa que cambiará la forma en que nos relacionamos con los demás, transformará cómo trabajamos, cómo consumimos contenido, cómo nos entretenemos, cómo compramos y cómo nos comunicamos con las marcas, y definirá la mayor parte de nuestras interacciones diarias con los demás. 

Este proceso ya estaba en curso, pero sin duda alguna la pandemia lo ha acelerado. Las realidades virtual, aumentada y mixta han despegado y las veremos como protagonistas de la evolución de diferentes sectores. En el sector de la educación, por ejemplo, comprobamos que la gran mayoría de estudiantes se vieron forzados a continuar sus estudios en línea. Esta experiencia ha servido de piloto y ayudará en el proceso de transición hacia las nuevas
realidades. Más aun cuando se ha comprobado que a través de la realidad aumentada y virtual se crean experiencias de aprendizaje que logran un mayor nivel de comprensión y retención. Esto se debe a que ofrecen la posibilidad de interactuar con objetos tridimensionales, recrear hechos históricos y transportarse a lugares lejanos. El alumno, por ejemplo, puede compartir con su profesor la misma experiencia tridimensional interactiva en un entorno colaborativo. Todo esto sin abundar en el uso empresarial para capacitación mediante simuladores virtuales o cómo ha mejorado la calidad de la capacitación de los especialistas de la industria médica. 

Dentro de la industria del turismo, una de las más afectadas, se vieron innovaciones importantes que buscaban transportar al usuario a un destino remoto a través de la realidad virtual, para que pudiera disfrutar de la experiencia desde su hogar. Hemos podido constatar que muchos museos, galerías de artes y destinos de interés lanzaron sus tours virtuales, permitiendo navegar en sus diferentes exposiciones. En confinamiento, pudimos visitar desde las catacumbas de Roma hasta la zona de exclusión de Chernóbil. En lo adelante, tener este tipo de experiencias será obligatorio y muchos usuarios las buscarán antes de visitar un lugar. 

Por otro lado, gracias a la pandemia se ha popularizado una alternativa sin explotar para la industria de eventos. Varias plataformas con centros de convenciones virtuales ofrecían sus espacios digitales para celebrar congresos, seminarios, ruedas de prensa, lanzamientos y otras actividades. Todo dentro de un mundo virtual en el que a través de un avatar los usuarios podían interactuar con los demás participantes del evento, asistir a diferentes auditorios, visitar casetas de expositores… Además, existe la posibilidad de alquilar oficinas y espacios de coworking virtuales. 

Aparte de las ventajas obvias que esto ofrece durante una pandemia, aporta un ahorro significativo de costos y facilita una mayor participación del público. Dada su naturaleza inmersiva, ofrece una experiencia más completa y memorable que una simple videollamada. Sin duda, veremos crecer esta alternativa para celebrar eventos. Es posible acceder a estas plataformas desde cualquier computadora, dispositivo móvil o de realidad virtual. Algunas de las principales son MootUp, AltspaceVR, EngageVR y Virbela. 

Las plataformas virtuales para eventos son solo la punta del iceberg. La pandemia nos ha lanzado hacia la era del metaverso, donde pasaremos la mayor parte de nuestro tiempo en un futuro muy cercano. Metaverso nace de la unión de meta, que significa ‘más allá’, y universo. El universo de más allá. Es un mundo virtual (o conjunto de mundos virtuales) en el que los usuarios pueden existir al igual que en el mundo real, con la posibilidad de ir a trabajar, estudiar y entretenerse. Pueden ir de compras, visitar a un amigo, salir al parque o dar un paseo en auto. El metaverso se ha convertido en un objetivo clave para algunas grandes empresas tecnológicas que buscan dominar este espacio. Las empresas propietarias de los juegos masivos Roblox y Fortnite han expresado un gran interés en convertir sus plataformas en metaversos. 

Este interés en el metaverso puede ser la razón principal por la que Facebook adquirió Oculus VR, empresa que fabrica dispositivos de realidad virtual. De hecho, Mark Zuckerberg ha expresado su interés en enfocar sus esfuerzos en crear un metaverso para los miles de millones de usuarios que tiene Facebook, en el que las personas interactúen de forma más natural y lleven a cabo casi todas sus actividades diarias, como trabajar, reunirse con amigos, hacer ejercicio, salir de compras y más. 

Decentraland, uno de los principales metaversos basados en blockchain, ha generado alrededor de 50 millones de dólares solo en ventas de solares, avatares y ropa virtual. Los propietarios incluyen empresas reconocidas que han creado su espacio para el disfrute y entretenimiento de los usuarios. En Decentraland, un metro cuadrado virtual puede llegar a costar hasta 13 dólares. Esta es solo una muestra de la economía que generarán estos mundos virtuales. 

Las realidades virtual, aumentada y mixta jugarán un papel importante al permitir participar en el metaverso con una experiencia más real e inmersiva. Las empresas, si bien no tendrán que renunciar a lo real, deberán buscar la forma de complementar las experiencias virtuales con las reales. 

La nueva cultura laboral 

Un gran porcentaje de la fuerza laboral mundial vivía en lugares con algún tipo de medida restrictiva, lo que hizo necesario implementar el trabajo remoto lo antes posible para que las empresas pudieran seguir operando. Algunas, que no se habían atrevido a considerarlo, se vieron forzadas a hacerlo. Otras ya tenían experiencia desde hace años. 

Esta realidad da inicio a un cambio de paradigma que modifica la relación laboral, pasando de lo presencial al teletrabajo. Crea en las empresas una transformación interna que va mucho más allá del uso de las videoconferencias. Procesos internos, temas legales, reevaluación de la cultura, flexibilidad laboral, entre muchas otras. En múltiples casos, la productividad ha aumentado y se ha logrado reducir los costos. 

Esta tendencia crea nuevas posibilidades al abrir un mercado laboral mundial que antes de este gran piloto estaba muy limitado. Este escenario ofrece nuevas opciones de trabajo para aquellos países que tienen altas tasas de desempleo. Del mismo modo, ayuda a las empresas a entrar en contacto con mejores candidatos a través de una relación a distancia. 

Queda claro que todo esto ha sido posible gracias a la tecnología. Algunas de las principales herramientas que hacen posible el trabajo a distancia sin fricciones son las siguientes: herramientas de colaboración para facilitar la comunicación entre colaboradores y la gestión de tareas; el almacenamiento en la nube; los instrumentos para medir el clima laboral, el control del tiempo y la toma de decisiones; la misma conexión a Internet; los mecanismos digitales para lograr una conexión segura al ambiente interno del colaborador en la empresa; y, claro, las aplicaciones de chat y videoconferencia. 

Sumando a lo expuesto en el tema anterior, las realidades aumentada, virtual y mixta aportarán una experiencia más completa en el trabajo. Al permitir tener mayores niveles de interacción, se mejorará significativamente la relación con los demás colaboradores y con la empresa, recreando la experiencia presencial en entornos digitales colaborativos. 

No hace mucho, Facebook presentó Infinite Office, un espacio de teletrabajo en realidad virtual. Este espacio se podrá utilizar a través del navegador de su dispositivo Oculus y permitirá trabajar con múltiples pantallas personalizadas en un entorno virtual. Apple trabaja en sus gafas de realidad virtual, las cuales se dice que tendrán dos pantallas 8k y hasta doce cámaras para seguir los movimientos del ojo del usuario. Apple también desarrolla aplicaciones para el teletrabajo. 

Pero, la tendencia va un poco más allá, al apuntar a trabajar e interactuar con hologramas de otras personas o de avatares controlados por inteligencia artificial. Recientemente, Microsoft ha presentado su proyecto Mesh. Consiste en una plataforma de realidad mixta (virtual y aumentada) que a través de las gafas HoloLens, también de Microsoft, permite interactuar con un holograma con la imagen real de otra persona. Ha sido bautizada como «Holoportación». El usuario tendrá la opción de utilizar un avatar. Mesh se integrará con algunas herramientas de Microsoft, como Teams y Dynamics 365, para crear un ambiente ideal para colaborar de forma remota. 

Muchas empresas, en su mayoría tecnológicas, han experimentado con el trabajo remoto desde hace años. Sin embargo, la pandemia ha reconfigurado la forma de pensar sobre el mismo, tanto para estas como para los colaboradores. Google, por ejemplo, luego de comunicar que sus empleados deberían ir a la oficina tres días a la semana como parte de un modelo «híbrido», ha cambiado su decisión para permitir a un importante número de colaboradores trabajar desde casa de forma permanente. Sundar Pichai, CEO de la compañía, cree que al menos un 20% de los empleados trabajaran de forma totalmente remota. Esto es un mayor incentivo que nos indica que se seguirá innovando y desarrollando tecnologías que faciliten esta modalidad de trabajo. Incluso, para otras tareas relacionadas, como reclutar empleados utilizando realidad virtual, actividades virtuales de integración, y capacitaciones, entre otras. 

Tecnologías exponenciales al servicio de la pandemia 

La inteligencia artificial, la robótica, el internet de las cosas, la computación en la nube y la cadena de bloques o blockchain forman parte del ejército de tecnologías que hizo frente a la pandemia o que se apoyó́ en esta para acelerar su desarrollo. 

Computación en la nube 

Por un lado, el uso de la computación en la nube, a la cual muchos recurrieron debido a la pandemia, ha explotado en los últimos meses. El teletrabajo, la transición de estructuras internas a la nube, la educación a distancia y el aumento desproporcionado de la utilización de servicios en línea (como Netflix) son solo algunos de los responsables de este crecimiento. 

Satya Nadella, CEO de Microsoft, asegura que en solo dos meses se ha logrado avanzar lo equivalente a dos años en cuanto a digitalización. Esto refleja un incremento importante del uso de servicios en la nube para asegurar la continuidad del negocio. Windows 365 es un nuevo servicio de Microsoft que apuesta por la computación en la nube ofreciendo Cloud PCs. Nos permitirá conectarnos a nuestra computadora virtual usando un navegador de internet desde cualquier lugar en cualquier momento. El ahorro de costos, el menor esfuerzo en la gestión de servidores, mayor seguridad, la flexibilidad para escalar, y el acceso a múltiples servicios e infraestructura son algunos de los beneficios que ofrece la nube a las empresas, razón por la que muchas consideran trasladar sus centros de datos definitivamente. 

Una tendencia a observar en los próximos meses es la multinube o multicloud, donde se hace uso de varios servicios de computación en la nube de forma simultánea, y de la nube híbrida que combina el uso de servicios de nube pública y privada de múltiples proveedores. 

Robótica 

Durante la pandemia vimos numerosas innovaciones que utilizan la robótica, impulsada por la inteligencia artificial, para evitar la propagación del virus. Pudimos observar robots recorriendo las calles de diferentes ciudades reforzando el distanciamiento social y haciendo preguntas a los ciudadanos sobre posibles síntomas. También los vimos identificando y recogiendo residuos potencialmente infectados y desinfectando aceras y zonas de alto tránsito. Se han utilizado para la detección de pacientes con síntomas respiratorios y en la industria de hostelería han servido de enlace entre personas para evitar el contacto físico. Han sido de mucha utilidad en hospitales, aeropuertos, hoteles, supermercados, centros comerciales y restaurantes. 

Anteriormente, el uso de robots estaba limitado a tareas de procesos industriales, de alto riesgo o de difícil acceso. Pero, su rol ha tomado relevancia al integrarlos con sistemas de inteligencia artificial que les otorgan autonomía en las tareas para las cuales fueron diseñados. Sophia, el robot humanoide más avanzado del mundo fabricado por la compañía Hanson Robotics, fue actualizado con nuevas habilidades para ayudar a los enfermos de covid-19. A parte de tomar la temperatura a través de una cámara especial, es capaz de hacer otras tareas para cuidar y acompañar a personas afectadas. 

La robótica aún tiene mucho por mostrarnos y sin duda tendrá un impacto definitivo en nuestras vidas. La pandemia presentó casos que sirvieron para validar proyectos existentes y seguir avanzando en su desarrollo. 

Inteligencia artificial 

Por su lado, la inteligencia artificial ha sido clave para entender y rastrear la propagación del virus. Fue un programa de inteligencia artificial diseñado para predecir, localizar y rastrear enfermedades infecciosas el que dio las primeras señales de alerta sobre el virus. Este algoritmo de inteligencia artificial fue creado por la empresa canadiense BlueDot para escanear noticias de todo el mundo, informaciones de vuelos y otras fuentes de datos para predecir el brote de enfermedades y marcar zonas de peligro. 

La inteligencia artificial es el complemento que ayuda a potenciar otras tecnologías. Junto al big data, el aprendizaje de máquinas y el aprendizaje profundo, hacen posible el análisis de grandes cantidades de datos para aprender de estos identificando patrones que ayuden a tomar decisiones o a crear modelos predictivos. Muchas de las innovaciones que vemos con diferentes tecnologías están soportadas por la inteligencia artificial. 

Durante la pandemia, la inteligencia artificial ha ayudado a hacer más eficiente el análisis de radiografías de tórax y los diagnósticos de posibles casos en hospitales. Se ha visto comprobado que el éxito de la gestión de la pandemia se debe en gran parte a la cantidad de análisis que se puedan llevar a cabo. Por esto, ha resultado de gran ayuda disponer de esta tecnología para agilizar el proceso. 

Muchas de las innovaciones que surgieron para luchar contra el virus disponían de algún software de inteligencia artificial. Ejemplo: el caso de las cámaras con sistemas de detección de fiebre mediante la evaluación de las esquinas de los ojos en los rostros de las personas. 

Las aplicaciones que surgieron para el rastreo de contactos son capaces de detectar infecciones cruzadas, pronosticar la evolución y alertar cuando te encuentres cerca de alguien con síntomas de covid-19. Todo, gracias a sistemas y algoritmos de inteligencia artificial. 

En lo adelante, la inteligencia artificial será un aliado clave para asistir en las diferentes áreas de la medicina, específicamente, los estudios de investigación, las simulaciones y ensayos clínicos, el análisis y pronóstico de evolución de futuras pandemias y enfermedades, y la creación de nuevos tratamientos y medicamentos. 

Blockchain 

Algo a destacar durante la pandemia es el incremento en el uso de aplicaciones basadas en cadena de bloques o blockchain. Ha acelerado notablemente la creación de nuevas soluciones para atacar retos importantes en procesos y sistemas existentes, puestos en evidencia debido a la misma crisis sanitaria. El blockchain es asociado frecuentemente con las criptomonedas al ser la tecnología que las hace posible. Pero hay innumerables sectores no relacionados a estas que están desarrollando aplicaciones en blockchain para hacer sus plataformas más transparentes, seguras y eficientes. Incluyendo la transformación de Internet como lo conocemos hasta ahora, con el surgimiento de la web 3.0. 

Su modelo descentralizado permite que el registro de datos sea imposible de falsificar y corromper. Las transacciones son más transparentes, rápidas y seguras. Es posible automatizar las ejecuciones contractuales mediante contratos inteligentes. Se pueden compartir datos en tiempo real de manera segura, sin tener que revelar todas las informaciones de estos. 

En el sector de la salud, puede ser un soporte importante para detectar nuevos brotes y prevenir futuras pandemias. Puede ayudar a interconectar múltiples dispositivos de forma eficiente, que sirvan para monitorear y alertar sobre el surgimiento de nuevos virus. También, puede ayudar a crear registros médicos públicos que faciliten la gestión y el acceso seguro a los datos de los pacientes por parte de cualquier proveedor. 

IBM, Oracle, Microsoft, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones públicas y privadas se unieron para crear MiPasa, una plataforma basada en blockchain que funciona como un hub de datos abiertos, permitiendo que diferentes organizaciones compartan datos verificados de forma segura. El objetivo es colaborar entre instituciones para detectar de forma rápida, brotes y portadores de covid-19 en todo el mundo. 

Civitas es otra herramienta basada en Blockchain que usa las propiedades que ofrece la tecnología para que las autoridades puedan validar de forma segura si un paciente tiene derecho a viajar sin mostrar su récord médico. 

Para la industria médica, la integridad de la cadena de suministro es esencial para evitar falsificaciones de medicamentos y monitorear todo el proceso logístico. Para esto, se está utilizando el blockchain para asegurar la calidad y el origen de los productos y equipos, al mismo tiempo que reduce costos y hace el proceso más eficiente. 

Una tendencia a destacar dentro del mundo del blockchain son los tokens no fungibles o non fungible tokens (NFT), que, aunque existen desde hace años tuvieron su principal crecimiento durante la pandemia. Son activos digitales completamente únicos, no sustituibles, que se crean mediante contratos inteligentes en una red de blockchain como Ethereum. Los NFT hacen que los activos digitales sean más fáciles de transferir y comercializar. Evitan las falsificaciones y proveen una forma segura para validar la propiedad de cualquier bien digital al estar asegurado para siempre en el blockchain. Su explosión se debió al uso en derechos de propiedad sobre obras de artes digitales, alcanzando la atención del mundo al subastarse un NFT por 69 millones de dólares en la casa de subastas de Christie’s, con una obra del artista digital Beeple (Mike Winkelmann). Pero, fuera del mundo del arte, los NFT seguirán transformando la forma en que conocemos la propiedad intelectual. 

La pandemia ha servido como escenario para que el blockchain demuestre que puede superar a muchas tecnologías existentes y ofrecer numerosos beneficios para diversos sectores. Seguiremos viendo innovaciones que traerán cambios importantes en la sociedad, como por ejemplo, la gestión de la identidad digital, los pagos transfronterizos y los sistemas de votación. 

Comercio electrónico 

Si queremos destacar las tecnologías que ofrecieron un soporte importante durante la pandemia, las que habilitan el comercio electrónico deben estar en el tope de la lista. Desde el inicio de las medidas restrictivas, los comercios se enfrentaron a una realidad a la que debieron adaptarse rápidamente para poder sobrevivir. Aquellos que tenían planes de desarrollar su comercio electrónico en los próximos años tuvieron que hacerlo en pocas semanas. Gracias a las tecnologías y plataformas de comercio electrónico ya existentes, las empresas pudieron hacer frente a esta necesidad. Servicios y herramientas como WooCommerce, OpenCart, Wix, Shopify y Magento ayudaron a levantar tiendas en línea en muy poco tiempo. Además, los negocios pudieron apoyarse en los servicios disponibles para envíos y mensajería, para reducir sus costos y simplificar el proceso. 

Las ventas en línea se dispararon a nivel mundial. Los gigantes del comercio electrónico fueron los más beneficiados, obteniendo crecimientos exhorbitantes en sus ventas. Amazon, por ejemplo, duplicó sus ventas en el 2020, comparado con el ejercicio anterior. En el primer trimestre del 2021, sus reportes indican que habían triplicado sus ventas en comparación con el 2020. Esto indica que el ritmo de crecimiento se mantiene. 

Mercado Libre, uno de los más grandes de Latinoamérica, vendió el doble de productos por día durante el segundo trimestre del 2020, comparado con el mismo periodo en 2019. Jumia, una plataforma africana reportó un 50% de aumento durante la primera mitad del 2020. China vio crecer del 19.4% al 24.6% su cuota de mercado en comercio en línea.¹ En la República Dominicana, el comercio electrónico creció un 80%, según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID),² uno de los más altos de la región. 

Sin duda, las circunstancias moldearon al consumidor para que cambiara sus hábitos de consumo y realizara casi todas sus compras por internet. Ahora, estamos viendo cómo estos hábitos se mantienen mientras se eliminan las medidas restrictivas, lo que hace evidente que ya son parte de la nueva normalidad. 

Este cambio de hábito será el motor para que el comercio electrónico siga creciendo de manera acelerada en los próximos años. Al mismo tiempo, se desarrollarán una serie de tecnologías y plataformas que sirven a este mismo sector, como las soluciones de pagos digitales, la computación en la nube, los servicios legales, los servicios de logística, tecnologías de servicio al cliente y muchos otros. 

La última milla, o la gestión del transporte de paquetería, es un elemento determinante para que el usuario vuelva a comprar en una tienda. Es por esto que ha surgido la e-Logística o eLogistics, uno de los servicios que ha despertado mayor interés como complemento del comercio electrónico. Permite a las tiendas en línea tercerizar por completo la gestión logística, de forma que se puedan concentrar en la venta de sus productos y el servicio al cliente. 

Seguiremos observando un aumento en el uso de la e-Logística, donde no solo se encargarán del transporte de la mercancía, sino que tomarán el control de la gestión desde que el usuario haga la orden hasta que se le entregue en la dirección determinada. Todo esto potenciado con el uso de inteligencia artificial para determinar las mejores rutas de transporte y hacer más efectiva la gestión en almacén y el uso de recursos. Mirando un poco más hacia el futuro, todo este proceso lo veremos automatizado con el uso de robots para los trabajos en almacén y el movimiento de cargas y la distribución mediante drones y camiones autónomos. 

Otra tendencia a la que debemos prestar atención es el Social Commerce. Miles de millones de usuarios pasan la mayor parte de su día en las redes sociales, convirtiéndolas en el medio por excelencia para realizar ventas directas. Facebook e Instagram han habilitado funcionalidades para que se puedan crear tiendas en línea en sus mismas plataformas. De esta forma, los productos se ofrecen de forma nativa dentro de las mismas aplicaciones, con la posibilidad de conseguir un mayor alcance para generar ventas. Otras plataformas como Twitter, YouTube y Pinterest han implementado soluciones similares al ver la respuesta positiva por parte de los usuarios. 

El comercio por voz o voice commerce es algo a tener en cuenta en los próximos años. Voice commerce se enfoca en aprovechar las búsquedas por voz de los usuarios para generar oportunidades de ventas. Es posible tanto a través de los buscadores como Google, como desde los asistentes inteligentes como Alexa de Amazon, el asistente de Google y Siri de Apple. Solo en 2020, la cantidad de dispositivos vendidos con asistentes inteligentes alcanzó 154 millones, 58% de aumento con relación al año anterior. Esto significa un inmenso potencial para las ventas por voz. 

Otra modalidad a observar es la de click and collect, en la que el usuario hace su compra por internet para luego recogerla en una tienda física. De esta forma, las tiendas aprovechan su espacio físico mientras reducen costos de envío. Los supermercados y multitiendas han tomado la delantera en este tipo de modalidad. 

La salud y bienestar como prioridad 

Los largos días de confinamiento nos forzaron a trabajar, a entretenernos y a comunicarnos con nuestros amigos y familiares desde nuestros hogares. Todo esto a través de dispositivos electrónicos, que, si bien nos facilitaron hacerlo, al mismo tiempo nos volvieron esclavos de los mismos. 

Antes de la pandemia el promedio global de uso de pantalla era de 143 minutos.³ En el 2020, este promedio se incrementó́ a 168 minutos por día, siendo Filipinas uno de los países con mayor tiempo de uso con más de 250 minutos por día, y Japón con el menor, 97 minutos al día.⁴ 

Ya sea por el hecho de tener más ocasiones de ocio o simplemente por el incremento de la oferta y demanda de servicios en línea, la realidad es que cada vez pasamos más tiempo frente a una pantalla. Los medios digitales se han convertido en una parte indispensable de nuestro día a día. Esto ha generado preocupación en diferentes sectores debido a los efectos negativos que puede ocasionar a nuestra salud física y mental a mediano plazo. Trastornos del sueño, aumento del estrés, sobrepeso, hiperestimulación, aislamiento social, depresión, déficit visual, por mencionar algunas consecuencias. Por esta razón, están surgiendo innovaciones enfocadas en el cuidado de la salud y el bienestar general de los usuarios. 

Antes de la pandemia existía interés por parte de las grandes empresas tecnológicas en ayudar a reducir el tiempo de uso de pantalla. A pesar de todo, son ellas las que cargan con la mayor responsabilidad en este tema, razón por la que se han visto obligadas a buscar soluciones para que las personas busquen un balance entre sus vidas y la tecnología. El programa Digital Wellbeing de  Google busca ofrecer herramientas que ayuden a los usuarios a enfocarse en mejorar la vida con la tecnología sin convertirla en el centro de todo. Disponen de aplicaciones para el monitoreo del uso de aplicaciones en el día, la configuración de límites de uso diario de ciertas aplicaciones, modificación de notificaciones, modalidad para dormir o trabajar, y pantalla en blanco y negro, entre muchas otras. Google ha lanzado también el Growth Academy: Health & Wellbeing, con el que busca impulsar proyectos que utilicen la tecnología para generar un impacto positivo en la salud de las personas. Por su lado, Apple ha incluido en sus últimas actualizaciones herramientas similares para control del uso de aplicaciones, restricciones de contenido y privacidad, modalidad para trabajar y dormir, entre otros. En la pospandemia, estos proyectos serán prioridad dentro de sus programas de responsabilidad social. 

Con el surgimiento de las tecnologías enfocadas en promover el bienestar de las personas o Wellness tech, veremos cada vez más aplicaciones y dispositivos enfocados en mejorar sus diferentes aspectos. Los dispositivos vestibles o wearables seguirán siendo un complemento ideal para medir nuestra actividad diaria y alertar sobre potenciales problemas de salud. El Apple Watch, por ejemplo, es capaz de realizar electrocardiogramas, detectar caídas, medir el nivel de oxígeno en la sangre y monitorear la frecuencia cardíaca. Esto se complementa con aplicaciones como Headspace para guiarte en el proceso de meditación, Calm para meditar y ayudar a dormir, My Possible Self para reducir el estrés y la ansiedad, Daywise para ayudar a reducir distracciones, Desert Island para ocultar y limitar aplicaciones en los dispositivos, Fitness Buddy como entrenador y nutricionista virtual, Peloton, Nike Training Club, Fitbit Coach, Aaptiv y Pear para entrenamiento físico en casa. 

Conclusión 

Aunque el mundo venía ya en un proceso de transformación, la pandemia presionó el acelerador para impulsar cambios que de lo contrario hubieran tardado varios años en imponerse. Planes cuya fecha de término era el año 2025 se llevaron a cabo entre el 2020 y el 2021. Sucedieron alteraciones en modelos de negocio que quizá no se hubieran considerado antes. No hay vuelta atrás, estos cambios han llegado para quedarse. 

A medida en que se sigan utilizando las tecnologías exponenciales y que estas se apoyen entre sí, seguiremos viendo innovaciones aun más impresionantes y útiles para resolver nuestros principales problemas. Seremos, o ya somos, testigos de un gran cambio en todos los aspectos de nuestras vidas. La disrupción ya no es circunstancial, es algo continuo. Mientras se acumulen más datos y se siga mejorando el aprendizaje de máquinas; mientras se haga más autónoma la inteligencia artificial y se aumente la capacidad de procesamiento mediante tecnologías cuánticas; mientras se sigan distribuyendo más dispositivos inteligentes y se cree una red interconectada más rápida y segura; mientras las ciudades se hagan más inteligentes y los servicios médicos más certeros y eficientes, podemos asegurar que veremos transformación sobre transformación, que lograrán, esperamos, una mejor calidad de vida. 

Otras tecnologías no abarcadas en este artículo, como la computación cuántica, la impresión 3D, el internet de las cosas, el 5G, la aumentación humana, la biotecnología y la nanotecnología formarán parte importante de este cambio. Solo esperemos que de la misma forma en que estas tecnologías se están utilizando para mejorar procesos industriales y generando nuevos modelos de negocios, así mismo se utilicen para ayudar a millones de personas que no tienen acceso a alimentos y agua, a empleos o a medicina y a servicios médicos básicos. 

Si algo ha quedado claro es el hecho de que estaremos mejor preparados para una próxima pandemia, con tecnologías que nos ayudarán a predecir nuevas enfermedades de forma más rápida y a mitigar y gestionar futuras crisis sanitarias.

Notas 

¹ Naciones Unidas, «COVID-19 and E-Commerce A Global Review», 2021, https://unctad.org/system/files/official-document/dtlstict2020d13_en_0.pdf.
² Giselle del Carmen, Karen Díaz, Marte Ruíz-Arranz, Banco Interamericano de Desarrollo, «A un clic de la transición: Economía Digital en Centroamérica y la República Dominicana», 2020, p. 16, https://publications. iadb.org/publications/spanish/document/A-un-clic-dela-transicion-Economia-digital-en-Centroamerica-y-laRepublica-Dominicana.pdf. ³ Global Web Index, «Device trends around the world», 2019.
⁴ Hootsuite, We are Social, Digital 2021: Global Overview Report, 2021.