La América Latina que nos maravilla.
Alejo Carpentier, en «El reino de este mundo», escribió: «En América Latina, lo maravilloso se encuentra a la vuelta de cada esquina, en el desorden, en lo pintoresco de nuestras ciudades. En nuestra naturaleza. Y también en nuestra historia».
Singular, convulsa, codiciada, debatiéndose entre su ir y venir del carajo, (parafraseando al Gabo), ella vive al vuelo de encrucijadas, avances, desvíos y siempre, siempre, de esperanzas que nunca mueren.
Ningún pueblo de la región escapa a la realidad del otro. A sus vacíos, a sus devaneos, a sus zozobras, a sus interrogantes, a sus desgarros, a sus absurdos. Constituimos un mundo de contrariedades, y de logros, valga decirlo, que nos son comunes y anejos.
Observar y examinar esa realidad común, pero con sus características diferentes, es tarea enrevesada. Cada uno es cada uno y sus cadaunadas, en aquella frase de Unamuno de la que Ortega se apropió. Cada uno vive diariamente el desafío de sus propias circunstancias.
GLOBAL abre esta vez el análisis individual y general de esa América Latina, que, al decir de John William Cooke, el célebre líder de la izquierda peronista, requiere de unidad con un claro propósito y una estrategia común variada en su aplicación, pero sin malabarismos palabreros. Un escritor argentino, precisamente, Carlos María Romero Sosa, en un texto esplendente, analiza la realidad de su país, seguido por un periodista colombiano, Erick C. Duncan, con un examen vigoroso que nos adentra en la situación sociopolítica de su nación.
Se agregan al debate los dominicanos Manolo Pichardo y Flavio Darío Espinal, este último como entrevistado, completando un cuadro de interpretación abierta y sin concesiones, desde dos ángulos diferentes, como la diferencia misma que plantea la latinoamericanidad más explícita y entrañable, esa que nos envuelve, nos acorrala, nos maravilla.
Lo que sigue en esta GLOBAL 101, después de un número 100 antológico, son los caminos que impulsa la literatura, la inteligencia artificial y el desmadre ecológico, levantando avenidas de cohesión, de preocupación, y sí, de nuevo, de esperanzas.
